Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Entrevista

José Corbacho y Juan Cruz: “Nos soportamos porque no veraneamos juntos”

El mongol Edu Galán entrevista a José Corbacho y Juan Cruz, autores de 'People from Ibiza' \ Foto: Alejandro Navarro

Edu Galán / Alejandro Navarro Bustamante

Si pones en Google “cc”, el primer resultado es “Creative Commons”. En un mundo perfecto aparecería “Cruz y Corbacho” muy arriba de la lista porque llevan muchísimo más tiempo con las cés juntas que esa puñetera organización gringa. De bienes comunes asociados trata su primera novela, People from Ibiza (Plaza y Janés), donde una serie de personajes se encuentran durante un verano en esa isla y cómo esto cambia sus vidas.

Les entrevistamos por la mañana y Corbacho y Cruz están, como siempre, de buen humor, algo que no se suele agradecer y, menos, en un diario.

Lo primero, antes de hablar de la novela, ¿cómo os aguantáis el uno al otro después de tanto tiempo?

Juan Cruz: Ese es el gran secreto que no vamos a contar porque la editorial nos lo tiene prohibido...

José Corbacho: ... para continuar con la leyenda urbana de que somos una pareja incombustible que lo hace todo bien. Hemos descubierto una cosa al hilo de este libro, que va sobre verano y vacaciones: probablemente llevemos más de treinta años juntos y nos soportemos porque no veraneamos juntos. Ese puede ser uno de los grandes secretos para las parejas de hoy. En septiembre se producen muchas separaciones y divorcios…

Cruz: ¡Ojo, que People from Ibiza no es un libro de autoayuda! ¡No somos los Paulo & Coelho de este país! Hay que aclarar que es una novela escrita en clave de comedia que parte de un guión.

Esta Ibiza, al ser un libro de muchos personajes, es muchas Ibizas pero ¿cuál es vuestra Ibiza?

Cruz: Ibiza era ideal porque tiene muchísimos escenarios que te permiten vivir una realidad diferente cada día. Algunos te pueden apetecer más, menos o nada, pero queríamos tener ese fondo con ese abanico tan grande: desde el turista de camping al turista de Pachá. Así se nos permitía coger a esos personajes que vienen de todo el mundo y meterlos allí, haciéndolos coincidir en un verano, donde los enfrentamos a sus vidas y provocamos una situación de cambio. Nosotros creemos que el año se acaba en verano y no el treinta y uno de diciembre, que es cuando todo el mundo piensa en cambiar.

Corbacho: Ibiza no deja de ser un decorado ideal para la historia. Siempre decimos que Tapas no era una película de Hospitalet, sino una película de gente a la que le pasaban cosas. Esta no es una novela de Ibiza, sino una novela de gente que cambia consciente o inconscientemente, que aprovecha ese periodo vacacional para transformar su vida.

¿Cómo es el desarrollo de todos esos personajes? ¿Los teníais en cuentos y los fuisteis entrelazando? ¿Fueron saliendo en orden más o menos cronológico?

Corbacho: Nos gustaba esa presentación con monólogos interiores, que igual en cine no se puede hacer con tanta libertad. A estos tíos los vamos pensando porque necesitábamos personajes muy diferentes: una estrella de rock, un profesor de instituto de Liverpool, un cura de Roma, una familia de Hospitalet, un matrimonio de homosexuales de Alemania… Diferentes personajes para contar lo mismo: amor, desamor, inseguridades, miedos, felicidad… También los fuimos escogiendo de las diversas ciudades por las que hemos ido viajando: Liverpool, Berlín, Hospitalet…

Cruz: Igual es un poco friki pero siempre pienso, cuando estoy en la playa y veo, por ejemplo, a unos holandeses “¿y estos qué harán cuando están en Holanda?”. El verano democratiza mucho porque andas por ahí medio en pelotas, desprotegido sin tu traje o tu corbata, sin aquello que te significa durante el resto del año. Nos interesaba ver de qué entorno provenían estos personajes y, de repente, ponerlos en ese punto en el que todos estamos un poco más desnudos, más expuestos, donde realmente mostramos lo que somos. También nos interesaba la liturgia del viaje: cuando haces la maleta y te vas. De ahí que contásemos de dónde venían para saber qué les iba a pasar en la isla.

Es muy español mirar al turista en la playa y pensar “¡vaya mierda de vida que debe de tener este en su país!”. En el libro, contáis las vidas de cada uno en su lugar de origen y que pueden ser una mierda, o no.

Corbacho: Consuela mucho que la gente tenga una vida peor que la tuya. Por eso triunfan las revistas del corazón o los libros de autoayuda. Al final, todos nos comportamos de forma muy parecida, solo nos diferencia lo que bebemos: los alemanes, cerveza; nosotros, sangría,....

Volvemos a una que no me habéis contestado: ¿cuál es vuestra Ibiza? Porque existe también esta nostalgia por la Ibiza hippie de los sesenta…

Corbacho: ¡Nosotros no estuvimos! ¡No somos tan mayores! ¡Mi madre no parió en una playa ibicenca, de parto natural! (Me río) ¡Fue en una clínica de Hospitalet y no sabía ni dónde estaba Ibiza! (Me río más)

…A lo que iba, Corbacho, es a esa gente que no vivió esa Ibiza de los sesenta pero siente nostalgia de esa época.

Corbacho: La nostalgia está muy sobrevalorada: “ay, ¡qué bien que se está en la isla de los hippies…!”. Pero, si ¡vivía Franco! ¿Cómo que “qué bien se está en la isla de los hippies”? La adolescencia y la juventud siempre es maravillosa la hayas pasado donde la hayas pasado pero en este momento nosotros hemos visto una isla muy actual y muy variada. Puedes tener la Ibiza que quieras tener, como con el mando de televisión.

Las canciones en la novela. Es cojonudo porque, frente a una película, ¡no habéis tenido que pagar derechos!

Corbacho: ¡Ahí estamos! Es una de las ventajas de escribir: que puedes hacer lo que quieres. A nosotros nos apetecía tener una buena banda sonora que nos permitiese transmitir sensaciones con la misma libertad con la que hemos escrito este libro.

(El libro se nos cae de la mesa) ¡Mirad! ¡El libro nos ha hecho balconing! Pero hablemos de otras costumbres de Ibiza: llevar pulseras.balconing

Cruz: El mundo “all-included” me parece fascinante. Que, de repente, tu objetivo sea aterrizar en un hotel y estar en esa barra en medio de la piscina, mamándote desde por la mañana siempre me ha parecido respetable y fascinante. No como experiencia que a mi me gustaría tener pero sí como observador. Deberíamos hacer documentales como de National Geographic.

Corbacho: Ibiza se podría explicar por pulseras. No solo hay pulseras rojas; de repente, hay la pulsera all-included; está la pulsera hippie, que se acumula en los brazos de la gente… incluso ha habido presidentes conservadores que las llevaban para hacerse los guays… también están las pulseras de las discotecas, ¡que eso es un mundo!... las VIP, las otras… y hay turistas jubiletas que se ponen la pulsera “magnética” contra el reuma…

Más costumbres ibicencas (e internacionales): la resaca.

Cruz: La resaca hay que pasarla. Es una losa porque no solo te viene por lo que te ha hecho el alcohol y las drogas en tu organismo, sino también por esa metedura de pata que no deberías de haber hecho.

Corbacho: La resaca es un concepto judeocristiano de culpa. Hay que borrarlo. Si lo has pasado muy bien, cuando te duela la cabeza o te encuentres mal piensa en lo bien que lo has pasado y se te va la resaca. Hay que ser más protestante con la resaca: por eso, los alemanes y los ingleses lo llevan mucho mejor. La resaca es un arrepentimiento físico que hay que superar ¡aunque sea a base de beber más! (Nos reímos).

People from Ibiza y, en nada, otra película.People from Ibiza

Corbacho: El libro es de verano y la peli es de invierno…

Joder, sois como Zara.

Cruz: Vamos con el pulso del cambio de clima. Se titula Incidencias y narra el viaje en tren, el último día del año, de catorce pasajeros. De pronto, el aparato se queda parado en medio de los Monegros en medio de un temporal de nieve, viento… y de una sombra de cobertura, que hay muchas, por mucho que se empeñen las empresas telefónicas. Se quedan incomunicados y eso nos permite sacar ideas que nos interesan un montón: cómo la vida siempre te da una oportunidad para sacar lo peor de ti y cómo lo primero que se acaba cuando estás en mitad de la nada es el alcohol y, luego, la comida y, finalmente, las buenas formas.

Corbacho: Ocurre en muchas situaciones. Lo queremos todo y lo queremos ya. Esa incidencia, que da título a la película, probablemente sea el viaje contrario a la novela. Son diferentes protagonistas en un mismo lugar que se acaban volviendo muy locos. Es un tono de comedia mucho más extremo que Tapas o Pelotas, con personajes extremos en situaciones extremas.

Personajes extremos en situaciones extremas. En resumen, que este año es año de elecciones.

Cruz: Los que vivimos con la esperanza de que haya un cambio también tenemos la sensación de que este país es más previsible de lo que parece. Tenemos una percepción equivocada de que la gente está muy cabreada pero, al final, con el voto, somos muy conservadores. Y con lo de “gente” me estoy metiendo en un jardín…

Corbacho: Somos un país tradicionalmente conservador y es muy difícil quitarse eso. A la gente le acaban metiendo miedo y, al final, tienes miedo a cosas que no han pasado, a lo desconocido… a veces es por desinformación, por ignorancia…

Cruz: El miedo bolivariano…

Corbacho: Lo malo del miedo es que te frena. Si estuvieses pensando, por ejemplo, “qué van a decir de un libro”, nunca lo escribirías.

Cruz: Llega el “momento autoayuda”.

Corbacho: Sí, es el momento en el que decimos ¡qué alguien nos ayude! (Nos reímos).

Amigos, me encanta terminar las entrevistas (y cualquier cosa), pidiendo ayuda. Muchas gracias.

Vuelve a ver la entrevista completa

Vuelve a ver la entrevista completa

Etiquetas
stats