El equipo que busca la posible fosa de Lorca acaba su trabajo con maquinaria pesada

El equipo de investigadores que desde inicios de esta semana trabaja para localizar la fosa común en la que podría yacer Federico García Lorca junto a otros fusilados ha concluido esta mañana sus trabajos con maquinaría pesada al alcanzar la cota original del terreno de Alfacar (Granada) examinado.

El arqueólogo y presidente de la Asociación Regreso con honor, Javier Navarro Chueca, ha informado a Efe de que se han retirado finalmente alrededor de mil metros cúbicos de tierra y que se ha logrado adelantar en una semana el cronograma de actuación previsto.

También ha destacado la labor desarrollada en la zona por las máquinas aportadas por la Junta de Andalucía y por sus técnicos.

Una vez que las máquinas han terminado su labor en la zona delimitada, el equipo de investigadores tiene previsto iniciar la “limpieza arqueológica” del perímetro estudiado, para lo que será necesario contar un generador al que poder conectar aspiradoras industriales.

“Se acaba el tiempo de las máquinas y empieza el de los técnicos”, ha dicho Navarro Chueca, que ha detallado que ahora, una vez alcanzada la cota de terreno original, se tratará de encontrar evidencias que señalen la posible presencia de los pozos que son buscados como posibles lugares de enterramientos comunes.

Esos pozos habrían sido utilizados, según las investigaciones en las que se sustenta la búsqueda, como lugar de enterramiento del maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollás, supuestamente fusilados y enterrados junto al poeta.

La nueva búsqueda de fosas comunes apoya las pretensiones de Nieves García Catalán, acogida desde pequeña por la familia de Dióscoro Galindo, y del sindicato CNT, considerado “familia política” de Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, dos anarquistas también asesinados supuestamente junto al poeta.

El proyecto sustenta su trabajo en estudios documentales, geoarqueológicos y paleogeográficos desarrollados por un equipo de especialistas en la zona del Caracolar desde el 2013, en un área delimitada cercana al Barranco de Víznar y a unos 500 metros del paraje en el que la Junta intervino sin éxito en 2009.