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La policía húngara usa gases lacrimógenos en un centro de refugiados

Inmigrantes cruzan la alambrada en la frontera entre Hungría y Serbia cerca de Roszke (Hungría) el 26 de agosto.

Efe

Budapest —

La policía húngara utilizó gas lacrimógeno en uno de los centros de acogida y registro de extranjeros, en la sureña localidad de Röszke, cerca de la frontera con Serbia, por razones aún desconocidas, informó la emisora hirtv. En el reportaje de la televisión privada se vio que decenas de policías rodearon a unos 200 extranjeros que protestaban levantando los brazos y gritando.

En la prensa local se publican varias versiones sobre la protesta de los exiliados. Según hirtv, todo comenzó cuando se les impidió hablar con la prensa, mientras que la web index atribuye el tumulto que se formó a que un grupo no quiso permitir que las autoridades les tomaran las huellas dactilares.

Otro digital, origo, especula con que muchos quisieron abandonar el centro de registro después de enterarse que Alemania anunció que daría asilo a los exiliados provenientes de Siria.

Sea como fuere, el centro de registro, donde los extranjeros pasan unas 24 horas antes de que se les designe el lugar de acogida, cuenta con una capacidad para mil personas, pero, según origo, actualmente hay allí más del doble.

Las autoridades húngaras interceptaron el martes a 2.533 personas en la frontera con Serbia, una cifra récord para un solo día, y se cuenta con que el número siga creciendo. Para la tarde de este miércoles se espera la llegada de parte de los 7.000 exiliados que el pasado fin de semana pasaron de Macedonia a Serbia y cuyo destino es la Unión Europea.

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