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La Junta actualiza el protocolo sanitario contra la violencia machista y pide a los sanitarios más implicación

El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, y la directora general del IMEX, Elisa Barrientos, han presentado este protocolo acompañados por el director gerente del SES, Ceciliano Franco, y la directora general de Salud Pública, Pilar Guijarro / Junta

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La Consejería de Sanidad y Políticas Sociales ha actualizado su Protocolo Sanitario contra la Violencia de Género con el objetivo de sensibilizar a los profesionales sobre la violencia machista e impulsar su colaboración en la detección del problema en base a la relación de confianza entre paciente y médico.

Se trata de un protocolo ya existente, pero que sin embargo ha estado guardado en un cajón en los últimos años según han criticado el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, y la directora del Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEX), Elisa Barrientos.

El protocolo

Su objetivo es ayudar a estos profesionales, sobre todo en la Atención Primaria, a detectar cuando están ante una posible víctima de violencia machista, el riesgo existente y la manera de abordarlo en la consulta con el fin de atajarlo o evitar consecuencias mayores en el futuro.

Según Vergeles en el protocolo se facilita al profesional sanitario las herramientas que le sirvan para poder concretar esas sospechas en base a síntomas como estados de depresión, dolores cabeza demasiado frecuentes o absentismos laborales, que se puedan dar y que, en principio, no tengan una causa clara.

Además, se podrá conocer mejor la realidad asistencial a este tipo de víctimas, ya que el protocolo aborda la violencia machista desde el punto de vista psíquico, físico y sexual, y permitirá actuaciones en el futuro también a través de educación para la salud en colectivos como los adolescentes.

También acerca al profesional sanitario sobre “mitos y creencias” en torno a la violencia machista y como evitar los llamados “micromachismos”, las consecuencias para los hijos o las mujeres en especial situación de vulnerabilidad.

Establece un amplio programa de formación y recoge actuaciones específicas para los centros de salud, servicios de urgencias y agresiones sexuales. Ha añadido en que uno de los objetivos principales de este protocolo es insistir en que los profesionales registren los casos de sospechas en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, que entre 2011 y 2016 ha contabilizado 237 casos, de ellas 35 en 2016.

En la mayoría de los casos la agresión ha sido física, seguida de la psíquica y la sexual, además que la mayoría son casos aislados o con una antigüedad no superior a cuatro años.

Por ello, entiende que si tiene una mejor notificación de los casos se está en condiciones de ofrecer al IMEX y otras instituciones elementos de muchos valor para prevenir la violencia de género.

Vergeles, que ha reiterado que el objetivo es “que no se nos pase ningún caso y que es preferible pasarse a quedarse corto”, ha reconocido a tenor de los datos que proceden del ámbito judicial, se sospecha que no todo el mundo utiliza el sistema de notificación.

Importancia de la atención sanitaria

Por su parte Elisa Barrientos ha destacado que la atención sanitaria es “eficaz y vital” en la prevención y detección de la violencia machista, ya que con los médicos de familia “la confianza es total” y hay que aprovechar “esa empatía”.

La directora del IMEX ha indicado que hay profesionales sanitarios que desconocían la existencia de este protocolo, cuyos grandes valores son que “ataja, ataca y comprende” todas las violencias que existen hacia las mujeres.

También ha destacado de este protocolo la inclusión en las sesiones clínicas de los centros de salud los casos de violencia de género que existan en ese centro, porque no llegan solo a través del médico o médica sino del trabajador social.

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