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‘Boca cerrada, mano atada’: así se sienten los trabajadores de Canal Extremadura

Los manifestantes solicitaron hacer la protesta a las puertas de la Asamblea, pero la Delegación del Gobierno los traladó junto al Puente Lusitania

Jesús Conde

“Resulta extraño trabajar, saber que cuentas con la experiencia necesaria y con tu equipo, que puedes hacer el trabajo y que llamen a la productora, privada, para cubrir el trabajo que te corresponde hacer a tí”.

Este es el sentimiento de uno de los trabajadores de Canal Extremadura que ha secundado la huelga de 24 horas convocada en el ente público en contra de la privatización y en contra de la manipulación informativa. Lo han hecho después de otro paro parcial de dos horas la semana pasada. 

Han salido a las calles de Mérida a protestar porque la mitad de la cobertura de los informativos está privatizada, en manos de productoras, según denuncian. El comité de empresa pone de manifiesto que no solo se trata de suplantar el trabajo de estos empleados, también se trata de consagrar a esta 'redacción paralela’ a unas condiciones de precariedad y temporalidad en un ente público.

Hasta un 90% de seguimiento

Hasta el 90 por ciento de los trabajadores que estaban llamados a la huelga la han secundado, según las estimaciones del comité de empresa. Cabe destacar aquí que los servicios mínimos establecidos alcanzaban al 30 por ciento de la plantilla, y que otros muchos trabajadores lo hacen en la denominada ‘redacción paralela’.

No obstante la programación se ha visto afectada, y mucho. En el caso de la televisión ha habido un informativo al medo día de 20 minutos, incluidos los deportes. También han desaparecido de la parrilla los programas ‘El Análisis’ y ‘Primera Página’. En el caso de la radio se ha recurrido al relleno de espacios ‘enlatados’, con la pérdida de la práctica totalidad de la programación en directo, salvo los informativos.

Manifestación prohibida a las puertas de la Asamblea

Los trabajadores habían convocado la protesta a las puertas de la Asamblea de Extremadura, con motivo del debate de los presupuestos de 2015 en sesión plenaria.

La Delegación del Gobierno en Extremadura no les ha autorizado y lo han hecho apartados, junto al Puente Lusitania, en su propio “manifestódromo” como ellos mismos lo han bautizado. Y es que la delegación se acogió a la legislación sobre acontecimientos que puedan producir “alteraciones de orden público, con peligro para personas o bienes”. Por ello se han trasladado frente a la residencia del presidente de la Junta en Mérida.

Allí los trabajadores han lanzado un mensaje alto y claro: quieren dejar apartada de esta protesta cualquier intención de tinte partidista, porque se trata de defender lo público. Y así lo han transmitido en el manifiesto que han leído. “Defendemos nuestro trabajo y la función pública que nos otorga la sociedad, que es la que nos paga con sus impuestos. No el PP”, según expresaba otra de las trabajadoras a eldiarioex.

Una protesta con plátanos, de Canarias

Es por ello que los trabajadores han sacado sus propias golosinas, en forma de plátano, plátano de Canarias. Con este gesto querían ejemplificar entre otras cuestiones el trato que el ente público ha dado a los viajes de Monago a las islas afortunadas con cargo al erario público. Pero también por el trato que según confiesan algunos de estos periodistas fuera de cámara se les ha ‘animado’ a aportar en otras cuestiones, por los 'enfoques' que da el canal a algunas noticias o la exclusión, por ejemplo, de la moción de censura a Monago en la Asamblea de Extremadura.

De hecho el comité de empresa ha denunciado que mientras se preparaba la huelga en Canal Extremadura continuaba, según afirman, la “manipulación” informativa con llamadas de atención tanto a editores como a redactores, “encerronas” en despachos y “gritos” en pleno control de realización. Y todo mientras el volumen de trabajo que hace la redacción ‘paralela’ aumenta.

A las puertas de la residencia del presidente de la Junta se ha escuchado una gran pitada, que se ha repetido varias veces. También han propinado gritos como “Maesso, escucha, el canal está en la lucha” o “Quiero una tele donde digan la verdad”.

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