La fundación del PP que preside José María Aznar acaba de presentar un informe con diez propuestas para “mejorar” el mercado laboral español. Van en negrita. Entre líneas, mis comentarios.
1- Ahondar en la simplificación contractual haciendo converger los costes de todos los contratos en niveles más moderados, incluidos los costes de despido
Traducido: rebajar todavía más los sueldos y abaratar aún más el precio del despido; algo muy coherente con el ejemplo que da el propio Partido Popular con los sobresueldos de sus dirigentes y el “despido en diferido” de su tesorero.
2- Complementar con ayudas del Estado eventuales reducciones del salario mínimo para favorecer la contratación de colectivos específicos garantizando su nivel de bienestar
El salario mínimo español asciende a la increíble cifra de 645,30 euros al mes. ¿A qué “nivel de bienestar” se refiere la FAES? Además, rebajar este mínimo y que la diferencia la pague el Estado –es decir, todos los demás vía impuestos– supone en la práctica una nueva rebaja fiscal para las empresas, a costa del resto de los contribuyentes.
3-Concentrar un importe sustancial de la prestación por desempleo en los primeros meses de vigencia, sin perjuicio de mantener, o incluso aumentar, el volumen total de la cuantía
De todas las medidas propuestas, es la única que al menos no supone en sí misma un recorte inmediato para los trabajadores, aunque se basa en una premisa bastante ingenua. La teoría es que, en el maravilloso mundo de los unicornios que es España, hay muchísimos parados que retrasan su vuelta al mercado laboral porque prefieren seguir cobrando el paro que trabajar. De ser así, tendría algo de sentido esta propuesta porque el parado tendría más incentivos para aceptar un nuevo trabajo sin agotar la prestación. La realidad, descontados los unicornios, es que el paro es alto en España por falta de empleos, no porque la mayoría de los parados sean unos tiquismiquis que prefieran cobrar un subsidio bajo antes que trabajar. Y la amarga realidad es que lo que probablemente pretende esta imaginativa propuesta no es “mantener o incluso aumentar (ja,ja) el volumen total de la cuantía”, sino reducirla en dos tiempos.
4- Avanzar en la reducción de los costes generales vinculados a la contratación, con una evaluación de la eficacia de la multitud de bonificaciones actuales
De nuevo, subvencionar con dinero público a las empresas que se dignen a contratar. Compro, sin embargo, lo de evaluar “la multitud de bonificaciones actuales”. Algunas, como la tarifa plana de 100 euros para nuevos contratos que aprobó hace unos meses Rajoy, ya ha quedado claro que son un error, pero sorprende que esa crítica aparezca en una propuesta que quiere sumar varias bonificaciones más. Todas, por supuesto, para el empleador.
5- Aumentar la penetración de las Agencias Privadas de Colocación y de las ETTs en la intermediación para activar a los desempleados
Tiene su aquel que sea una fundación como la FAES, que vive de las subvenciones públicas y se acaba de llevar medio millón de euros para “ayuda al desarrollo”, la que pida un papel mayor para el sector privado. Es la clásica hipocresía liberal, tan habitual en España.
6- Garantizar una adecuada retribución a la formación continua de los trabajadores como incentivo a la inversión en capital humano
De nuevo, más ayudas del Estado para las empresas privadas. Consiste en inyectar dinero público en las empresas –bien por medio de deducciones fiscales, bien con ayudas directas– para que en muchos casos hagan lo mismo que están haciendo ya.
7- Mejorar la transparencia y evaluación de las políticas activas y aumentar la libertad de elección del desempleado con medios como el “Cheque Formación”
A favor en lo de la transparencia y evaluación. Me convence mucho menos lo del “cheque formación” porque podría provocar incluso más abusos y corruptelas que el muy mejorable sistema actual.
8- Reforzar la seguridad jurídica de la negociación colectiva
Dicho así, muy de acuerdo. Pero lo que pretende la FAES cuando desarrolla este aspecto en sus propuestas es justo lo contrario: cargarse del todo la negociación colectiva, que ya ha quedado bastante tocada, para precarizar aún más al trabajador.
9- Abrir una reflexión general sobre el modelo de empleo público en España orientada hacia un esquema de incentivos que procuren una mayor eficiencia
Muy a favor de mejorar la eficiencia en el empleo público (y de la paz en el mundo). Pero me conformaría con que no se amañen las oposiciones para colar a los amigos y familiares. Pasa en ayuntamientos, diputaciones y hasta en el mismísimo Tribunal de Cuentas que (se supone) se dedica a fiscalizar el buen hacer de la administración. Lean, por ejemplo, lo que acaba de pasar en Ourense (y rompan a llorar).
10- Acompasar las reformas del mercado laboral con otras tendentes a eliminar burocracia y trabas administrativas que flexibilicen y dinamicen los mercados
Me apunto a la idea. Pero, puestos a liberalizar en uno de los países donde más lento y caro es crear una empresa, ¿para cuándo tocan las reformas para los señores notarios y registradores de la propiedad?
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