Grecia abona al FMI el primer tramo del vencimiento de marzo

Grecia debe hacer frente este mes a un desembolso de 1.500 millones de euros en las dos próximas semanas.

Atenas ha expresado en los últimos días su disposición a satisfacer la deuda con el FMI, a pesar de la incertidumbre que rodea al país, cuyos bonos no son aceptados como garantía por el Banco Central Europeo (BCE) desde principios de febrero.

De hecho, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, confirmó que la institución ha ampliado en 500 millones de euros la liquidez de emergencia a la que pueden acceder los bancos griegos, aunque ha subrayado que los bonos soberanos del país heleno no pueden ser comprados por la institución en el marco del plan de flexibilización cuantitativa al no reunir las condiciones.

El pasado miércoles, el Tesoro griego colocó 1.137,5 millones de euros en deuda con vencimiento a seis meses por la que tuvo que ofrecer una rentabilidad del 2,97%, frente al 2,75% abonado un mes antes en la anterior subasta del mismo tipo, lo que supone el coste más elevado desde abril de 2014.

Situación de los bancos

El gobernador del Banco de Grecia, Yanis Sturnaras, aseguró el viernes que no hay “absolutamente ningún problema de depósitos” y que la liquidez bancaria está asegurada. Tras una reunión con el primer ministro, Alexis Tsipras, en la que le informó de la reunión del Banco Central Europeo (BCE) ayer en Nicosia, Sturnaras señaló a los medios que no existe “ningún riesgo” para los bancos griegos y añadió que están “adecuadamente capitalizados”.

Sturnaras, quien en el Gobierno anterior fue ministro de Finanzas, hizo hincapié en que “es muy importante” que la reunión del Eurogrupo el próximo lunes sea un éxito y aseguró que el Gobierno “trabaja sin descanso” en lograr que así sea. En la reunión participaron también el viceprimer ministro, Yanis Dragasakis, y el titular de Finanzas, Yanis Varufakis.

Con los 500 millones adicionales facilitados por el BCE, el Banco de Grecia tiene ahora un colchón de seguridad de 3.000 millones de euros procedentes de este mecanismo de urgencia, según informaciones del diario Kathimerini, lo que reduce algo la presión sobre Grecia, en un mes en el que debe afrontar numerosos pagos.

Draghi no accedió, como hubiera esperado Grecia, a volver a aceptar los bonos soberanos helenos en sus operaciones ordinarias de refinanciación, lo que hubiera abaratado el crédito hasta el 0,05 % en lugar del 1,55 % que cuesta pedir dinero a través del citado mecanismo de provisión de liquidez.

Finalmente, ha quedado en manos de decisiones políticas la posibilidad de elevar el techo de emisión de Letras del Tesoro, limitado a 15.000 millones de euros, y que Grecia quisiera ver aumentado en al menos 8.000 millones de euros más.