La última mesa redonda llevaba por título: Participación política, poder y toma de decisiones; y contó con la participación, entre otras mujeres, de Beatriz Gimeno Reinosa y Lola Sánchez Caldentey. La primera es diputada en la Asamblea de Madrid, integrante de la corriente Anticapitalista y voz muy escuchada y respetada dentro del movimiento feminista de nuestro país. Y la segunda, mucho más conocida por estos lares, es eurodiputada y actual candidata a secretaria general autonómica, encabezando la lista Juntas Podemos.
En su intervención, Sánchez Caldentey, comentó que no tenía formación feminista pero que precisamente en estos momentos estaba realizando una pequeña inmersión en la materia; en concreto - como ella misma dijo- un cursillo sobre eco-feminismo.
Nos explicó que este cursillo había cambiando por completo su percepción de la realidad; hasta el punto de haberse replanteado todo el trabajo que venía realizando como eurodiputada. Durante su intervención vino a reprobar el papel de las empresas multinacionales cuando se instalan en los países pobres. En opinión de Sánchez, las consecuencias que provocaban en la población y de manera específica en las mujeres, dibujaban una realidad mucho más sangrante que la justamente previa a la llegada e implantación de estas empresas al lugar.
Gimeno, tras un sutil aspaviento, rápidamente pidió la palabra. En su réplica vino a corregir el argumento de Sánchez, advirtiéndole de que debía de llevar mucho cuidado con esto, pues no estaba tan claro que la situación previa al capitalismo en aquellos países fuese mejor para las mujeres que la posterior al establecimiento de estas empresas.
-Se le ha ido la mano con el discurso anticapitalista y Beatriz le ha corregido, pensé.
En el turno de preguntas del público asistente quiso participar el número dos de la candidatura Juntas Podemos, Fernando Miñana, que justo había llegado para escuchar esta mesa redonda.
Miñana, que en la actualidad es concejal de Juventud y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Molina de Segura, suele presentarse públicamente como primer teniente de alcalde; algo que, efectivamente, también lo es.
En realidad la labor de ser el primer sustituto de la alcaldesa cuando ésta coge unos días de asueto al año no me parece la más relevante, ni tampoco me parece que ofrezca mucho margen para la acción política, aunque eso sí, hay que reconocer que viste mucho.
Pues bien, en este turno de preguntas como digo, el edil molinense sacó a colación al colectivo homosexual y lanzo la pregunta de si sería conveniente arbitrar algún tipo de medida de cara a facilitar su incorporación a las listas de los partidos políticos.
Y cuál fue nuestra sorpresa cuando, de nuevo Gimeno, quiso contestarle planteando la cuestión del machismo en el interior de este colectivo. Ilustrándolo incluso con una dolorosa experiencia personal. Gimeno vino a decir que los gays no necesariamente son feministas, e inclusive pueden presentar prácticas que excluyan o releguen a las mujeres.
Pienso entonces en la capital de la Vega Media y en concreto al papel que desarrollan las concejalas de la candidatura de unidad popular. Y concluyo que, efectivamente, éste es a todas luces secundario y subalterno. Aunque claro, entiendo que no tiene que ver específicamente con la orientación sexual de sus compañeros varones.
(Aprovecho la ocasión para reivindicar la urgencia de implantar portavocías paritarias)
Debo decir que estos dos sonoros zascas que Beatriz Gimeno suministró en el trascurso de la mencionada mesa redonda, perfilan, en mi opinión, dos de los elementos centrales de la crítica a la candidatura Juntas Podemos, y que son: El izquierdismo y un marchamo feminista no interiorizado.
En relación con lo primero, y por poner sólo un ejemplo, observo cómo se ha rescatado y puesto en circulación aquella máxima peronista del “sólo el pueblo salva al pueblo”; y me pregunto si es que se les ha agotado la creatividad, ya que una característica del 15M fue el no tener necesidad de copiar y pegar consignas acuñadas por viejas glorias revolucionarias. Y por cierto, como sé por lo que he leído que existe la afición a buscar en Google, observaran que si escribimos la consigna de marras en este buscador, la mitad de los enlaces nos dirigen a páginas relacionadas con el chavismo. Pero vamos, que esto en teoría, ni es malo ni es bueno.
Y sobre lo segundo, es justo reconocer que la labor de interiorizar el feminismo no es exclusiva de esta candidatura, aunque el querer ondear la bandera más alto que nadie, en ocasiones ha resultado impostado poniendo de manifiesto llamativas incongruencias en los comportamientos.
