El Ayuntamiento de Torrelavega también dice 'no' a la nueva Vuelta Ostrera
El Ayuntamiento de Torrelavega ha oficializado este lunes su rechazo a ubicar en un terreno cercano a los pueblos de Duález y Riaño la nueva depuradora que deberá sustituir a la ilegalizada Vuelta Ostrera. La postura ha sido adoptada por unanimidad de todos los grupos en la Junta de portavoces y complica aún más la elección de un espacio alternativo.
La EDAR de Vuelta Ostrera (Estación Depuradora de Aguas Residuales), declarada en el año 2005 ilegal por el Tribunal Supremo, se ha convertido en una patata caliente, tanto para las administraciones competentes como para los partidos de la oposición.
El Ministerio de Medio Ambiente que dirige Isabel Tejerina (PP) sacó el pasado mes de diciembre a información pública siete posibles ubicaciones y señaló el Borroñal (Suances) como la opción más idónea, una posibilidad que hasta ahora no se había barajado. Sin embargo, el sitio escogido despertó las críticas unánimes del Gobierno de Cantabria, del Ayuntamiento de Suances y de todos los partidos políticos por ser “un espacio con importantes valores naturales y medioambientales”.
El Ayuntamiento de Miengo ha hecho lo propio y también ha manifestado su rechazo a dar cabida a la EDAR en las canteras de Cuchía y Cudón, otra dos opciones contempladas por el Gobierno central. De hecho, este mismo lunes Equo ha presentado 60 alegaciones que se sumarán a las que registre el propio Consistorio.
En la misma línea ya se ha pronunciado el Ayuntamiento de Polanco, quien también por unanimidad ha presentado alegaciones a acoger la planta en la isla de Solvay por acarrear “grandes afecciones” a Requejada.
Así el cerco se va cerrando y ninguna de las alternativas planteadas parece contar con el “consenso” al que todos los agentes apelan para un proyecto pendiente de ejecutarse desde hace trece años. Otra de las posibilidades que se han analizado es situar la depuradora a escasos 300 metros de la actual, lo que tampoco cuenta con el visto favorable del Gobierno cántabro ni de la asociación ecologista Arca, que igualmente rechaza otra de las ubicaciones: la isla de Sniace.
“Consenso” sin ubicación
Al tiempo que se van cerrando puertas a las opciones planetadas por el Ministerio de Medio Ambiente no se vislumbra cuál puede ser la alternativa que satisfaga a una amplia mayoría. De hecho, los grupos con representación en el Parlamento han aprobado por unanimidad una iniciativa para pedir que la nueva ubicación se elija “con el mayor consenso” posible, pero ninguna de las formaciones ha manifestado cuál es su opción predilecta.
En lo que sí han coincidido es en mostrar su deseo de que la nueva Vuelta Ostrera se sitúe preferentemente en un espacio degradado y alejado de los núcleos urbanos. La iniciativa del PP pretendía forzar al Gobierno a ejercer sus “competencias” en ordenación del territorio y que el bipartito señalara en el mapa un punto.
El bipartito, que había presentado su propia enmienda de sustitución, la cual no ha salido adelante, se ha limitado a mostrar sus “líneas rojas”: que sea mediante emisario submarino para garantizar la calidad de las aguas; que esté a más de 100 metros de un núcleo de población; que se excluya construirse en suelos productivos y que se tenga en cuenta los costes económicos.
El próximo 19 de febrero concluye el periodo para presentar alegaciones a las 14 alternativas planteadas por el Ministerio en siete localizaciones diferentes y el 2 de marzo representates de este departamento y de la Consejería de Medio Ambiente mantendrán una reunión para analizar la situación.
