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Sobre este blog

A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.

Alentar el miedo al diferente

Pedro Gómez Damborenea

En estos tiempos oscuros, alimentar miedos es un arma que sin duda da réditos electorales a corto plazo. En estos tiempos en los que nos alertan de que España -y Euskadi no es diferente al resto- ve cómo los niños no se alimentan como antaño y cómo las personas de 50 años en paro se han convertido en sujetos invisibles de más que incierto futuro laboral, alimentar el miedo por un puñado de votos es fácil, pero es repugnante.

Todos los que sufren, y estoy convencido que todos conocemos a más de uno, se preguntan cada mañana por qué les ha tocado a ellos. Es muy humano buscar causas externas a las cosas que pasan. Hasta cuando caemos enfermos nos preguntamos: ¿Por qué yo? ¿Qué he hecho? La mayor parte de las veces no hay respuesta, pero aun así nos gustaría tenerla.

Los humanos necesitamos respuestas ante el sufrimiento y las respuestas o no llegan o no son claras. La sociedad ha encontrado un primer responsable de todo en los partidos políticos, en los gobernantes, y me parece bien. Son las personas que elegimos para que las cosas vayan bien, y si no funcionan son los responsables, y si encima siguen sin darse cuenta se merecen nuestra reprobación, y si además aprovechan el sistema en su beneficio pues me repugnan. Ya saben que no creo que todo aquel que está en política es un ladrón y un inútil. Es una simplicidad, pero sí creo que es responsable y debe aceptar sus responsabilidades y debe oír y sentir lo que pasa a su alrededor y entonces actuar.

Pero vuelvo a mi argumento principal y a la necesidad de encontrar causas para la desesperanza y soluciones fáciles pero inviables. En esta cuestión han sido siempre maestros los nacionalismos. Lo tenían fácil porque el malo siempre es el otro, sin el que se viviría en un eldorado permanente. Pamplinas.

Ahora por un puñado de votos estamos dispuestos a todo. El ministro Montoro va a ser capaz de bajar los impuestos, aumentar la recaudación y reducir el déficit. ¿Lo hará todo sin tocar más los servicios públicos? Pues creo no, que es imposible. Tampoco creo que sea viable decir que no voy a pagar la deuda externa o una parte de ella y así poder pagar esos servicios públicos. España en su historia ya ha vivido situaciones de impago. No fueron buenas pero, señores, miren ustedes quién confía en Argentina, un país que lo tiene todo y no tiene nada. El mundo real no es tan simple. Pero es un argumento electoral fácil que, recubierto de bonitas acusaciones a terceros (el término casta es un buen ejemplo), pues lleva a que algunos piensen que así podemos. Pues no. No es cierto.

Otro buen puñado de votos se puede encontrar en el tándem ayudas sociales e inmigrantes. Ya tenemos otra causa de los males que acontecen. Diferente pigmentación, diferente idioma, diferente forma de vestir y ayudas sociales. Bonita combinación. Tenemos la causa perfecta de los males, el tercero de fuera. Es simple pero directo. Es simple pero malvado. Es simple pero obtendrá también réditos. En fin. Lo siento, pero es lamentable que sean los alcaldes los que alienten la división y el odio por cuatro votos, sea en Sestao, en Vitoria o donde sea. Un día de estos nos encontraremos con que la causa de todos los males es de los homosexuales. Siempre un tercero.

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A pesar de que tiendo a quererme me cuesta definirme y decir lo que soy. Periodista, empresario, analista, abogado economista, politólogo, ... Me gustan poco las etiquetas pero me quedo con la de ciudadano activo y firme defensor de la libertad de prensa. He trabajado en la tele y en alguna revista, salgo de vez en cuando en la radio pero lo sitios donde más tiempo he trabajado han sido el Gobierno vasco y el diario El País. Lo que siempre he buscado en el trabajo es divertirme y que me dé para vivir.

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