ACNUR pide implantar un modelo de acogida de refugiados con patrocinio privado

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) negocia con el Gobierno español la implantación del modelo de “patrocinio privado”, que Canadá desarrolla con los refugiados, y que es un programa de “éxito” que involucra, de manera directa, a la sociedad civil en la integración de estas personas.

La responsable de ACNUR en España, Francesca Friz-Prguda, ha adelantado, en una entrevista con Efe, que las conversaciones entre esta organización humanitaria y el Ejecutivo español están “muy avanzadas” para implantar en España un proyecto piloto similar al de Canadá, en colaboración con el gobierno de aquel país.

“Estoy segura de que el Gobierno nos va a dar pronto una señal positiva para sacar adelante este proyecto piloto en España”, ha asegurado Friz-Prguda, tras visitar en los últimos días La Rioja, donde el pasado año se implantó un proyecto piloto de integración laboral con refugiados, en colaboración con ACNUR.

El programa de patrocinio privado que desarrolla Canadá durante cuatro décadas y que posteriormente también se ha implantado “con éxito” en otros países, ha explicado, involucra directamente a la sociedad civil en el acompañamiento de los refugiados en su proceso de integración.

Consiste en que personas físicas, jurídicas, entidades sociales, culturales o religiosas, bajo la responsabilidad del Estado, se involucran directamente con el refugiado a través de apoyo social, material o financiero.

Según sus datos, existen investigaciones sobre este programa que “indican claramente que la integración obtenida en este tipo de proceso es mucho más sostenible y más amplia porque no es solamente una integración legal o económica, en materia de vivienda o seguridad”, sino que tiene un mayor alcance.

Ha precisado que es “bastante optimista” en que este programa se pueda desarrollar en España en 2018, primero con un espectro limitado de personas y, después, ser desarrollado en varias comunidades autónomas “a un nivel numéricamente razonable”.

También ha dicho que la reciente visita a España del máximo responsable de ACNUR, Filippo Grandi, ha ayudado a impulsar este proyecto en este país, de cuya población quedó “muy impresionado por su solidaridad”.

Grandi, ha subrayado, entendió que “España puede y debe hacer más” con los refugiados y, “como espejo de esta solidaridad del pueblo español, el Gobierno debe adoptar medidas más concretas, como este programa piloto de patrocinio privado o, incluso, traslados a través de la reunificación familiar extendida, que la legislación española permite perfectamente”.

La responsable de ACNUR en España también ha expresado el deseo de esta entidad de que el Gobierno autorice visados estudiantiles y conceda becas para refugiados porque “hay jóvenes o adultos que tienen estudios y que han perdido toda la perspectiva vocacional”.

Ha recordado que en el mundo hay casi 65,6 millones de refugiados, de los que un 84 por ciento están en países pobres, vecinos a países en conflicto, y cree que “no puede ser que un gran país como España haga tampoco para el asilo”.

Se ha referido a los últimos datos oficiales, correspondientes a 2016 -año cerrado en estadísticas-,que señalan que “España registró 16.000 solicitudes de asilo -el 1,3 % de toda la Unión Europea- cifra que contrasta, por ejemplo, con las 730.000 solicitudes de Alemania”.

Estos datos, en su opinión, son un reflejo de que “es tiempo de cambiar el chip” y de que, además, el Gobierno establezca vías legales de traslados de refugiados de países de primera acogida, entre ellos Líbano o Turquía, a España, donde puedan rehacer sus vidas y empezar a vivir “en dignidad y seguridad”.

Para ella, “hace falta liderazgo, determinación y comunicación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, muchas de las cuales han transmitido su voluntad de acogida e integrar a más refugiados”.

Ha incidido en el caso de La Rioja, “una comunidad pequeña, pero muy comprometida con esta causa” y en la que, “con el liderazgo político de sus autoridades y la participación de distintos agentes, se desarrolla un proyecto piloto de éxito en inserción laboral”, en el que participan quince refugiados, de los que seis ya han conseguido un contrato.