El Gobierno argentino cita al embajador estadounidense por el caso del exespía Stiuso

El Gobierno argentino convocó hoy al embajador de EEUU en Buenos Aires, Noah Mamet, ante la falta de respuesta de Washington a las peticiones de información sobre el paradero del exdirector de operaciones de la inteligencia argentina, Antonio “Jaime” Stiuso.

La convocatoria al embajador, al que la Cancillería argentina espera en las próximas horas, según dijo hoy a Efe ese Ministerio, coincide con nuevas críticas del Ejecutivo argentino al Gobierno de EEUU que preside Barack Obama, al que acusa de falta de colaboración para localizar al antiguo espía.

“¿Está dispuesto Estados Unidos a poner en riesgo la relación bilateral con Argentina por este señor?”, se preguntó ante los medios el jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, tras asegurar que el Gobierno sigue “sin tener respuesta alguna” a sus solicitudes de información sobre Stiuso.

También el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Óscar Parrilli, criticó la “absoluta falta de respuesta, el silencio y, de alguna manera, la complicidad con esta situación por parte del gobierno de Estados Unidos”.

“No sé si lo están protegiendo, escondiendo algo, o si hay algo que Estados Unidos no quiere que se sepa, pero, con esta actitud, están en una suerte de protección y de impedir que se pueda avanzar con la investigación del atentado a la (mutua judía) AMIA que es lo que nos interesa, además de los otros delitos por los que está siendo investigado”, agregó Parrilli en declaraciones a radio América.

El pasado lunes, en Naciones Unidas, la presidenta argentina, Cristina Fernández, pidió colaboración a Obama para localizar a Stiuso.

Un día después, la Cancillería argentina expresó su “desagrado” ante la noticia de que un supuesto portavoz del Gobierno estadounidense, citado por la agencia oficial Télam, afirmó que su país no realizará comentarios sobre si recibieron o no “requerimientos para asistencia en asuntos criminales”.

Stiuso ha sido llamado a declarar en Argentina, tanto por la dirección de los Servicios de Inteligencia como por la Justicia, en una causa relacionada con la investigación del atentado contra la sede de la mutua judía AMIA, que dejó 85 muertos en 1994.

Además, está acusado de presunto lavado de dinero, contrabando y enriquecimiento ilícito en distintas causas.

El antiguo jefe de Operaciones de los servicios de inteligencia argentinos colaboraba estrechamente con el procurador especial de la causa AMIA, el fallecido fiscal Alberto Nisman, cuya muerte, en enero pasado, aún no ha sido esclarecida.