Lobo reitera el apoyo a la paz que prometen las pandillas, dice el representante de la OEA

El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, reiteró hoy su apoyo a la paz que han prometido las dos pandillas más temibles de su país, la Mara Salvatrucha (M-13) y la M-18, informó una fuente diplomática.

“El presidente nos ha dado todo su apoyo en la búsqueda de esta paz”, dijo escuetamente a los periodistas el secretario de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA), Adam Blackwell, tras reunirse con Lobo en la Casa Presidencial.

“Lo que yo he dicho al presidente es que el proceso es muy frágil, de muchas partes, es un proceso que va a necesitar mucha paciencia, pero es un proceso que merece seguir y vamos a seguir adelante”, subrayó Blackwell.

El enviado de la OEA fue recibido por Lobo un día después de que líderes de las pandillas M-13 y M-18 anunciaron en el presidio de San Pedro Sula, en el norte del país, que están dispuestos a que cese la violencia, para lo que solicitaron ayuda del gobierno y la sociedad con la creación de oportunidades de empleo para sus miembros.

Los líderes de las “maras” también pidieron “perdón” a la sociedad y a las autoridades del gobierno por los daños que han causado durante los años que llevan cometiendo delitos.

El anuncio fue hecho en presencia de Blackwell y del obispo auxiliar de San Pedro Sula, Rómulo Emiliani, quien desde hace varios años viene trabajando por la pacificación entre los pandilleros.

“El gobierno tiene que participar” en el proceso, enfatizó Blackwell, quien además calificó el anuncio de las pandillas como “un proceso de paz” que hoy fue “discutido” con el presidente hondureño.

El lunes, Lobo agradeció al obispo Emiliani por su mediación y dijo que está “dispuesto a ayudarles en todo lo que sea necesario”, según indicó la Casa Presidencial en un comunicado.

Sin precisar detalles, Blackwell dijo que se está conformando “un pequeño comité para darle seguimiento” al proceso de paz de las pandillas.

Es posible que la próxima semana la OEA informe sobre quiénes integrarán el comité que dará seguimiento a la iniciativa que está empezando y llevará “un largo proceso que va a tomar años”, dijo Blackwell.

El diplomático recibió el pasado lunes en El Salvador 154 armas y explosivos que le entregaron seis pandillas, como un gesto de “buena voluntad” dentro de una “tregua” entre las “maras” que ha contribuido a reducir los homicidios en ese país vecino.

Las pandillas en Honduras operan desde la década de 1960, aunque las primeras no eran tan violentas como las que surgieron en los 80 y 90 del pasado siglo.

Los pandilleros son responsables de muchas muertes violentas, así como de otros delitos como la extorsión a transportistas y pequeños y medianos empresarios, entre otros sectores, según registros de las autoridades hondureñas.

Los pandilleros de la M-13 y M-18 del presidio de San Pedro Sula demandan del gobierno oportunidades de trabajo para ganarse la vida de manera honrada y reinsertarse en la sociedad.

Honduras, con una tasa de homicidios que en 2012 fue de 85,5 por cada 100.000 habitantes, figura entre los países más violentos del mundo, según los organismos de derechos humanos.