Merkel y Kerry ratifican su alianza “a pesar de los baches en el camino”

La canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, reconocieron hoy las “dificultades” surgidas en la relación bilateral tras el escándalo del espionaje, pero dejaron claro que la amistad de los dos países aliados está por encima de “los baches que surgen en el camino”.

Merkel y Kerry realizaron una declaración sin preguntas ante los periodistas antes de mantener una reunión en la Cancillería, cita rodeada de expectación por ser la primera de alto nivel desde que se desvelaron las escuchas masivas de los servicios secretos estadounidenses, que llegaron a pinchar el teléfono de la canciller.

“La relación transatlántica es una prioridad central para Alemania. No puede ser puesta en duda por las diferencias de opinión sobre determinados asuntos”, subrayó Merkel, quien confió en resolver las discrepancias con Washington en un diálogo abierto, como siempre han hecho ambos países.

Merkel, quien recalcó que el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU será uno de los asuntos de reunión de hoy, apostó por avanzar “paso a paso, aunque se tarde un tiempo”, sobre la base de los valores compartidos y los intereses comunes.

En la misma línea, Kerry elogió la alianza entre su país y Alemania como un eje de la relación transatlántica y se comprometió a resolver las diferencias y superar los malentendidos.

“Somos aliados al margen de los baches en el camino”, recalcó el secretario de Estado, quien aseguró que Berlín y Washington tienen por delante mucho trabajo que deben abordar juntos en 2014.

Citó, en este contexto, la reunión entre la UE y EEUU, la cumbre de la OTAN y visita de Merkel a la Casa Blanca, todavía sin fecha.

“Tenemos un importante número de retos globales y nuestra cooperación es hoy más importante que nunca”, añadió.

Antes de encontrarse con la canciller, Kerry se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, y aprovechó la rueda de prensa organizada para lanzar el mismo mensaje: “no es ningún secreto” que ha habido dificultades en los últimos meses, pero “vamos a concentrarnos en el futuro”.

La amistad entre los dos países, coincidió Steinmeier, no se ha roto por el espionaje estadounidense en suelo alemán y el reto ahora es restablecer la confianza, algo que vio posible gracias a las “sólidas bases” de la relación bilateral.