Piñera dice que la multitudinaria marcha pacífica de hoy “le hace bien a Chile”

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, se felicitó hoy de que la multitudinaria manifestación de estudiantes y profesores que hoy convocó en Santiago a más de 130.000 personas según los organizadores, se haya desarrollado sin incidentes violentos.

“Me alegro de que la marcha de los estudiantes de hoy haya sido pacífica, eso le hace bien a nuestro país”, afirmó el mandatario durante la inauguración de 600 viviendas en la localidad sureña de Quirihue destinadas a familias damnificadas por el terremoto de 2010.

“Lo dijimos en Naciones Unidas”, señaló recordando el discurso pronunciado en septiembre del año pasado durante la apertura del periodo de sesiones de la ONU, en el que se refirió al vigoroso movimiento estudiantil chileno.

“La causa de darle educación de calidad a todos y cada uno de nuestros jóvenes y niños es tal vez la que más compromete, motiva y entusiasma a los chilenos y al gobierno que tengo la honra de presidir”.

Piñera aseguró que el ejecutivo está haciendo un “enorme esfuerzo” para garantizar educación preescolar gratuita y aumentar el número de becas para la educación secundaria y superior, que de 100.000 en el año 2010 pasarán a 400.000 cuando concluya su mandato, aseguró.

Para garantizar la financiación de las ayudas a la educación, el gobierno de Sebastián Piñera ha impulsado una reforma tributaria que pretende recaudar 1.300 millones de dólares y que actualmente se debate en el Senado, aunque la oposición la rechaza, por considerarla insuficiente.

El mandatario chileno inició hoy una gira de dos días por varias localidades interiores de las regiones del Maule y Biobío afectadas por el terremoto de hace dos años y medio, que devastó amplias zonas del centro y sur del país y dejó 525 muertos y 25 desaparecidos.

Según las cifras oficiales dadas a conocer con motivo de esta gira, el grado de avance de las labores de reconstrucción alcanza ya el 79 %, y en materia de vivienda ya se ha construido la mitad de las 220.000 casas que resultaron destruidas o con graves daños.