La Policía arresta al mufti de Jerusalén por disturbios en la Explanada de las Mezquitas

La Policía israelí arrestó hoy al gran mufti de Jerusalén, jeque Mohamed Husein, por supuesta implicación en los disturbios que se registraron ayer en la Explanada de las Mezquitas contra un grupo de judíos que visitó esa sensible área.

Los choques se registraron el martes y en ellos participaron varios palestinos jóvenes que arrojaron sillas contra el grupo de visitantes judíos en la explanada donde se encuentra la mezquita de Al-Aksa y la dorada Cúpula de la Roca, terceras en la jerarquía del islam, recinto que los judíos veneran como el Monte del Templo.

“El mufti fue detenido por la mañana en su barrio de Jerusalén Este (Yabel Mukaber) y es interrogado como sospechoso de estar involucrado en los disturbios de ayer cuando un grupo de israelíes fueron atacados y se les arrojaron sillas en el Monte del Templo”, dijo a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld.

La fuente añadió que agentes de la policía tuvieron que intervenir en los choques registrados el martes en la explanada, una sensible zona donde la visita de grupos de judíos radicales en el pasado ha desatado similares reacciones por parte de los fieles musulmanes que rezan en sus santuarios.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, condenó la detención del gran mufti y exigió al Gobierno israelí su inmediata liberación.

“Condenamos la detención de las autoridades de la ocupación israelí del gran mufti de Jerusalén Mohamed Husein”, reza un comunicado de la oficina del presidente palestino.

“El arresto representa un osado reto a la libertad de culto”, apostilló Abás.

El gran mufti es el máximo responsable musulmán de los lugares santos de Jerusalén, incluidos la mezquita de Al-Aksa y el Domo de la Roca.

Su arresto se produjo horas antes de que esta tarde miles de israelíes participen en una marcha denominada de las “banderas” en Jerusalén en conmemoración de la “reunificación” de la ciudad en 1967, cuando su parte oriental fue capturada por Israel.

La procesión recorre barrios árabes y a ella acuden numerosos grupos y movimientos judíos vinculados con los sectores más radicales y es considerada como una provocación por los palestinos, que aspiran a establecer la capital de su futuro estado en la zona este de la ciudad.