La Policía australiana actuó tarde en la toma de rehenes, según la investigación

La policía australiana intervino demasiado tarde durante la toma de rehenes en una cafetería de Sídney en diciembre de 2014 que duró 17 horas y acabó con tres muertos, incluido el asaltante, informaron hoy fuentes oficiales.

El juez Michael Barnes eximió de responsabilidad a la policía pero recomendó cambios en sus procedimientos al presentar la investigación del juzgado de instrucción del estado de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney.

Barnes culpó al asaltante, Man Haron Monis -de origen iraní, que se declaró clérigo y era presunto simpatizante del Estado Islámico-, por las muertes de dos de los rehenes, el gerente de la cafetería Lindt, Tori Johnson, y una cliente, Katrina Dawson.

Sin embargo, concluyó que la policía debería haber entrado diez minutos antes al local, tras oír un disparo de aviso de Monis y antes de que este ejecutara a Johnson.

La policía irrumpió en el local tras la muerte del primer rehén y mató a Monis en un tiroteo en el que Dawson resultó mortalmente herida por el rebote de fragmentos de bala disparadas por los agentes.

El juez consideró como un “terrible accidente” la muerte de la rehén y evitó culpar a la policía por el retraso en su intervención al entender que existía un riesgo significativo de que el asaltante detonara una bomba que se creía que llevaba consigo.

Según el magistrado, la estrategia inicial de “contener y negociar” con el asaltante fue la correcta pero cuestionó que esta no fuera revisada al no obtener resultados y cuando la acción pasó a considerarse como un acto de terrorismo.

Barnes criticó además que la negociación fuera realizada por un psiquiatra, quien dio una “evaluación errónea y no realista de lo que ocurría” y se le permitió dar consejos tácticos pese a su falta de experiencia profesional.

En sus conclusiones, el juez denunció además que policía y fiscalía fallaron en mantener a Monis bajo custodia mientras este esperaba ser juzgado por 46 delitos, incluidos varios por asalto sexual.

También llamó a reforzar la cooperación entre la policía y los servicios de inteligencia, y a revisar las leyes de privacidad para facilitar el flujo de información que podría haber ayudado a modificar la respuesta policial.

Australia elevó a alta su alerta terrorista en septiembre de 2014 y ha aprobado una serie de leyes antiterroristas para evitar que se produzcan atentados en su territorio.

Desde entonces, el país ha sufrido cuatro acciones violentas y ha desbaratado otros doce planes para cometer atentados.