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Rubalcaba defiende que, sin los Gobiernos de Zapatero y López, no se habría conseguido “este final” de ETA

Rubalcaba defiende que, sin los Gobiernos de Zapatero y López, no se habría conseguido "este final" de ETA

EUROPA PRESS

BILBAO —

El ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba ha defendido que, sin los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero en Madrid y de Patxi López en Euskadi, no se habría conseguido “este final” de ETA, con el reconocimiento por parte de la banda de que “había acabado”. Además, ha afirmado que los socialistas adoptaron “decisiones arriesgadas” para poder poner fin a la banda porque pensaban que el Ejecutivo del PP no lo iba a hacer.

Rubalcaba ha participado este sábado en el coloquio sobre el final de ETA dentro del 8º Congreso del PSE-EE, en el que también han estado presentes la secretaria general de los socialista vascos, Idoia Mendia, el exlehendakari Patxi López, y el expresidente del partido en Euskadi, Jesús Eguiguren. Aunque también estaba prevista la participación del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, finalmente, no ha podido asistir.

En el inicio de su intervención, Alfredo Pérez Rubalcaba ha lamentado que Zapatero no haya podido estar presente porque habría sido la primera vez que se reúnen los cuatro dirigentes socialistas que gestionaron “el final de ETA”, en referencia también al exlehendakari y a Jesús Eguiguren.

“Nosotros no hemos capitalizado el fin de la violencia y tiene que ver con el pudor que siempre hemos tenido en esta materia, y con una realidad, que no fuimos solo nosotros, pero es cierto también que había gobiernos socialistas en Madrid y en Euskadi, y probablemente, si no hubiera sido así, no habría acabado como acabó (ETA)”, ha asegurado.

A su juicio, ha ocurrido “el mejor final posible, que la propia ETA reconociera que había acabado”. “Firmó su derrota. Es verdad que no lo hizo así, pero la lectura fue evidente. Aquel octubre de 2011 ETA dijo: 'no puedo más, hasta aquí he llegado, se acabó'. Y ese final tiene que ver con lo que hicieron los Gobiernos socialistas en Euskadi y en Madrid”, ha insistido.

El exministro del Interior ha recordado que, cuando se detuvo en Francia a Mikel Kabikoitz Carrera, 'Ata', jefe militar de ETA, “un tipo especialmente sangriento”, supo que ésa era “la última gran detención” de la banda. Entonces, pensó que era momento de “intentar cerrar” ese ciclo, porque estaba “asfaltada la carretera, la pista estaba construida”, y había que conseguir que el “avión aterrizara”.“Y eso es lo que hicimos”, ha indicado.

Alfredo Pérez Rubalcaba se ha referido a la Conferencia de Aiete, que parecía que todo el mundo sabía “todo” al respecto y que el comunicado “iba a salir a las no sé cuántas horas”, para señalar que no fue “tan sencillo”.

DECISIÓN ARRIESGADA

“Nosotros tuvimos que tomar una gran decisión muy arriesgada en los últimos meses, y era si lo cerrábamos nosotros o se lo dejábamos al siguiente Gobierno. Y tomamos la decisión por responsabilidad, porque sabíamos que era una decisión que solo nos podía traer problemas, conflictos, y en plenas elecciones ni un voto”, ha indicado, para señalar que la derecha todavía “sigue diciendo que ETA vive”.

Por ello, ha dicho que los socialistas sabían que, si no lo cerraban ellos, “no lo cerraría el siguiente Gobierno” del PP. “Y hoy todos podemos reconocer que es así. No lo habría cerrado el otro Gobierno. No es un juicio de valor, lo digo por lo que hemos visto que hizo”, ha apuntado.

Tras señalar que el final de ETA “es el trabajo de muchísima gente, de la democracia en su conjunto”, ha afirmado que, “sin el Gobierno de Patxi y el de José Luis, este final no habría sido, y éste es el mejor final imaginado para ETA”.

Rubalcaba ha explicado que “hubo varias decisiones arriesgadas” como ponerse a hablar con la banda, pero “había muchas razones que permitían abordar el proceso”. En este sentido, ha aludido a “la caída de Mikel 'Antza', que fue terrible para ETA”, la “debilidad estructural” de la banda y, además, el atentado del 11-S.

También ha destacado que Eguiguren avanzó en una metodología “que separaba el final de la violencia de lo que es propiamente la discusión política”. “Eso es el punto 10 del Pacto de Ajuria Enea”, ha indicado.

Asimismo, ha apuntado que siempre quisieron “separar el Gobierno del partido”, de forma que “el aparato del Estado hiciera su trabajo”, con sus actuaciones contra ETA, porque habían seguido “muy detalladamente las negociaciones que hizo Aznar”.

“Sabíamos cuáles eran los errores que se cometieron y que había que separar ambas cosas. Sabíamos que ETA decía que hacía una tregua, pero luego se preparaba para la 'guerra'. El Estado no podía creerse que ETA estaba parada y no hacía nada, porque lo hicimos en el 98-99 y, cuando rompieron la tregua, habían llenado España de comandos”, ha apuntado.

En este sentido, ha explicado que comunicó a las FSE que “lo mejor que podían hacer para echar una mano al PSOE era que ETA sintiera en su cogote nuestro aliento”. “Y Jesús fue (a negociar el fin de la banda) como representante del PSE-EE y del PSOE”, ha subrayado.

EL PAPEL DE LOS SOCIALISTAS

Patxi López se ha preguntado por qué no se reconoce el papel de los socialistas en el final de ETA o por qué, “de alguna manera”, los propios socialistas no han pedido “ese reconocimiento”. “Somos pudorosos, pero a los socialistas vascos nos enseñó muy bien Ramón Rubial de que, 'cuando los socialistas hacemos lo que tenemos que hacer, no lo hacemos para que nadie nos ponga medallas'”, ha indicado.

El exlehendakari ha recordado que, en las elecciones autonómicas tras las que el PSE-EE accedió al Gobierno vasco, Jesús Eguiguren le dijo: 'Si vamos al Gobierno es para conseguir la paz. Si no, no merece la pena'“.

“Yo me acojoné. Me dije, el terrorismo lleva más de 30 años y nadie ha sido capaz de ponerle fin. Menuda responsabilidad. Pero nosotros vamos a los gobiernos a resolver los problemas importantes que tiene la ciudadanía, y el principal problema era una banda terrorista que no nos había dejado disfrutar nunca de la libertad. E hicimos de la conquista de la paz y acabar con el terrorismo nuestra prioridad absoluta”, ha aseverado.

Además, ha recordado que, durante un tiempo les “tacharon” de que se habían “arrodillado ante los terroristas y traicionado” a los suyos, cuando habían sido los socialistas “resistentes” los que “conquistaron la libertad”.

“EL FANÁTICO Y EL BANDIDO”

Jesús Eguiguren ha relatado que, cuando empezó a hablar con el exdirigente de Batasuna Arnaldo Otegi, estaba convencido de que “era el final de ETA”. Tras señalar que había leído mucho sobre terrorismo, estableció una clasificación de cinco tipos de terroristas, entre ellos, “el fanático y el bandido”. “Cuando me encontré con 'Josu Ternera', me dije, 'pues aquí está el fanático' y cuando me encontré con 'Thierry', dije 'aquí está el bandido'”, ha señalado.

A través de los libros, según ha contado, se hizo “una hoja de ruta” porque él no es “un buen negociador”, y llegó a la conclusión de que ETA “estaba en fase de agotamiento”, ha apuntado.

Además, ha apuntado que, al reunirse con Otegi, se percató de que “querían acabar con ETA, que ya era una carga para ellos”. “Ví que era sincero en la intención, otra cosa es si se podría, cómo lo haríamos o por dónde podríamos avanzar. En ningún momento dudé sobre si me podría estar engañando o aprovechando. Siempre pensé que eran conversaciones sinceras para lograr la paz”, ha manifestado.

Posteriormente, se encontró con 'Josu Ternera' (José Antonio Urrutikoetxea), que le trasladó que “querían acabar”. “Y yo le creí. Veía venir el fin. La convicción definitiva fue con el atentado de la T-4”, ha afirmado, para señalar que la banda había perdido “la legitimidad en el mundo abertzale y dejaron de obedecerle”.

Eguiguren ha señalado que ocurrió lo que nadie pensaba, que ETA abandonó el terrorismo “a cambio de nada”, aunque él antes ya había llegado a la conclusión de que la banda “acabaría por sí misma”.

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