Susana Díaz se pregunta cómo va a ser la “gobernabilidad” si ya “se está montando la de Dios para la investidura”

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha previsto que la actual coyuntura política va a dar lugar a una “etapa compleja y difícil” y se ha preguntado cómo será la gobernabilidad en España si ya “se está montando la de Dios para tener la investidura”.

Así lo ha señalado la presidenta andaluza durante la ponencia inaugural de la XXIV edición de la Universidad de Verano de Adeje (Santa Cruz de Tenerife), acto que ha comenzado en el Salón de plenos del Ayuntamiento de la localidad con un minuto de silencio como modo de repulsa por el atentado terrorista vivido ayer en Niza.

La también secretaria del PSOE-A se ha referido así la configuración del Gobierno tras las elecciones del 26 de junio y ha expuesto que el “sentido común” con el que se elaboró la Constitución “no podría haber imaginado que los ciudadanos votasen y que siete meses después, su voluntad no hubiera sido capaz de conformarse como Gobierno.

Pero, más allá de la propia investidura, considera que la etapa posterior, con la tomar decisiones que van a afectar a los servicios, el futuro y las condiciones de vida de los ciudadanos, se va a tornar “compleja”.

Por otro lado, Díaz ha defendido este viernes que en los partidos y las instituciones hacen falta “liderazgos sólidos” para “saber qué es lo mejor en cada momento para cada territorio” y ha subrayado que, “desde el Gobierno o desde la oposición” los intereses generales deben de primar “por encima de cualquier otro”.

Ha hecho esa afirmación como “enseñanza” de lo ocurrido en Reino Unido con el Brexit, al considerar que son necesarios líderes “con capacidad de aglutinar y con visión” para saber llevar a una sociedad en conjunto, para que vea que los retos colectivos “merecen la pena” y como ejemplo contrario a esa actitud, ha puesto al ya exprimer ministro británico, David Cameron, quien “para resolver un problema interno en el partido ha metido en un lío a un país entero y ha provocado una situación catastrófica, a todo el país y a toda Europa”.

En su conferencia inaugural, la dirigente andaluza también ha llamado la atención sobre los intereses de cada uno y ha recalcado que los del país, la comunidad o el ayuntamiento “siempre tienen que estar por encima de cualquier otro”, independientemente de que uno esté “en la oposición o en el Gobierno”.

Otras de las conclusiones que la presidenta andaluza extrae de la salida de Reino Unido de la Unión Europea es que “dar soluciones sencillas a problemas complejos”es un error y que “el camino nunca puede ser enfrentar y polarizar a la sociedad”. “Es mucho más fácil votar y contar votos que buscar diálogo y entendimiento pero el resultado es que lo que piensan unos está radicalmente en contra de lo que piensan otros”.

En ese sentido, ha defendido que los referendums son útiles “para algunas cosas” y que es en ese marco en el que los hay que usar pero que no se pueden emplear para “la afirmación de una parte frente a la negación de otra”. Díaz ha alertado de que eso supone “buscar apellidos a la democracia” y, en consecuencia, un “flaco favor a ésta” que “cada vez es más apellido y menos democracia”.

DUDA DE QUE SE DÉ LA RESPUESTA CORRECTA

La presidenta andaluza ha lamentado que en estos siete meses de Gobierno en funciones, éste haya tomado decisiones de tal calado como el Plan de Estabilidad enviado a Bruselas, con reducciones de inversión en Educación o Sanidad, o la nueva retirada de 8.700 millones de la conocida como hucha de las pensiones. “No son decisiones de trámite sino que van a marcar el futuro de generaciones y nuestra competitividad”, ha advertido.

A la vista de ello, Díaz ha dudado de que “estemos dando la respuesta correcta” a los ciudadanos y ha expuesto que en los últimos años se les ha pedido confianza en demasiadas ocasiones cuando, “más que pedirla, lo que hay que hacer es darla”.

EL POPULISMO Y LA ANTIPOLÍTICA

A su juicio, la reciente campaña electoral también evidencia que “no estamos haciendo las cosas bien” y que “hemos polarizado el país muchísimo” porque se ha planteado un dilema “que era falso”, “elegir entre una política de recortes y austeridad o el cambio y hacer saltar el candado del 78”. “No comparto que la inmensa mayoría de los ciudadanos estén en una posición o en otra, la inmensa mayoría de la gente está en una posición más templada y con ganas de consenso”, ha dicho.

En ese sentido, ha alertado de quienes cultivan el “populismo forma de hacer antipolítica” y ha señalado que, “tenga una solución de derechas o de izquierdas”, lo peor es que “siempre va a cuestionar las instituciones democrácticas”. A la vista de ello, ha mostrado su “profunda preocupación” porque se hable de “romper el candado del 78”.

Tras subrayar que la actual generación política “no está a la altura de un gran país” como, a su juicio, sí lo estuvo la clase política de aquel momento, “que sentía de manera distinta pero que por encima de todo quisieron abrir un horizonte de libertad y democracia y que abandonaron lo que habían vivido y, desde la generosidad profunda, le dieron a este país lo mejor”.

“Ojalá lleguemos a estarlo pero no estamos a la altura de aquellos hombres y mujeres”, ha incidido la presidenta andaluza, que también ha hecho un llamamiento a las “tentaciones cesaristas” y contra quienes niegan la representatividad, quieren que el líder se relacione directamente con la gente o no quieren rendir cuentas“.

La socialista andaluza ha alertado así contra quienes dicen que “la democracia era cara” y ha mantenido que, pese a que el sistema parlamentario español cuesta al año lo mismo que uno de los hospitales andaluces durante cuatro meses, “hay que tener mucho cuidado cuando se atacan las instituciones”.

“Por muy barata que me dijeran que es una dictadura, no la cambiaría por mi democracia”, ha destacado la presidenta, que ha concluido aseverando que “no podemos sostener el Estado de Bienestar si no se respetan las instituciones”.