Tribunal rechaza prescribir y archivar un simbólico atentado de Sendero Luminoso

El tribunal que juzga al fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y a otros miembros de la cúpula de ese grupo armado por el atentado de Tarata, que mató a 25 personas en Lima en 1992, rechazó hoy la prescripción de los delitos imputados a los acusados y el archivo del caso.

El Colegiado A de la Sala Penal Nacional declaró infundada la solicitud de prescripción los delitos de terrorismo y tráfico ilícito de drogas, solicitada por la defensa de los acusados durante una nueva audiencia del juicio celebrada en la Base Naval del Callao, donde Guzmán purga una pena de cadena perpetua desde 1992.

En su resolución, el tribunal argumentó que el plazo extraordinario de prescripción alcanza los 30 años porque está relacionado a hechos punibles sancionados hasta con cadena perpetua.

La sala determinó además improcedente el sobreseimiento (archivo) del caso, también solicitado por la defensa de la cúpula senderista bajo el argumento de que no merecerían ser juzgados por este caso, al ya haber sido condenados a cadena perpetua.

Los magistrados señalaron que debe prevalecer el derecho a la verdad, plasmado en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), y recordaron que el atentado de Tarata representó “una grave afectación a los derechos fundamentales no solo de los agraviados sino de la sociedad peruana”.

El tribunal, integrado por René Martínez, Edhin Campos y Hans Contreras, garantizó el legítimo derecho de defensa de las partes y rechazó que este juicio esté dirigido con algún criterio político.

Además de Guzmán, apodado presidente 'Gonzalo', los otros once acusados son su esposa, Elena Yparraguirre (camarada 'Miriam'), su jefe militar Óscar Ramírez (camarada 'Feliciano'), Osman Morote (camarada 'Remigio'), María Guadalupe Pantoja (camarada 'Doris') y Laura Zambrano (camarada 'Meche'), todos ellos en prisión.

También están acusados los encarcelados Florentino Cerrón (camarada 'Marcelo'), Florindo Eleuterio Flores (camarada 'Artemio'), Edmundo Cox (camarada 'Federico'), Margot Liendo (camarada 'Noemí'), y en libertad Elizabeth Cárdenas (camarada 'Aurora') y Moisés Limaco (camarada 'Ramiro').

El juicio intenta establecer la autoría mediata (responsabilidad con dominio del hecho) del atentado de Tarata y el apoyo que Sendero Luminoso brindó a bandas de narcotraficantes durante su campaña contra el Estado peruano desde principios de los años 80 hasta la captura de Guzmán en 1992.

El 16 de julio de 1992 un comando de Sendero colocó un vehículo cargado con 400 kilos de dinamita en la estrecha calle de Tarata, situada en el centro del pudiente y turístico municipio de Miraflores, que, al explotar, destruyó varios edificios y dejó 25 muertos, 155 heridos y 360 familias damnificadas.

Ese atentado causó una profunda impresión entre los limeños, que hasta la fecha no habían sufrido ningún atentado de tal magnitud en el corazón de su ciudad, pues las acciones más crueles y sanguinarias del grupo armado acontecían en la cordillera de los Andes.

Dos meses después del ataque, Guzmán fueron capturado por la Policía peruana en una casa de Lima y posteriormente fueron detenidos otros miembros de la cúpula de Sendero, que se había lanzado a atacar la capital tras consolidar su “guerra popular” en alejados poblados rurales de la sierra y la selva del país.

Sendero Luminoso fue fundado a finales de los años 70 con una ideología maoísta y es el principal responsable de los 69.000 muertos que dejó el conflicto internado ocurrido entre 1980 y 2000, según el informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR).