El director del CNI ensalza la lealtad y el servicio a la democracia de su personal

El director del CNI, Félix Sanz Roldán, ha elogiado hoy al personal que integra el Centro Nacional de Inteligencia por su lealtad y por “la conciencia común” de que su trabajo consiste en “servir a la democracia”.

Así se ha expresado el secretario de Estado que coordina la inteligencia española durante la conferencia que ha impartido en San Lorenzo de El Escorial, en el marco de los cursos de verano que tienen lugar en la localidad madrileña.

Tras la conferencia, en unas breves declaraciones a los medios de comunicación, ha enfatizado que España no está expuesto a un riesgo “específico” del terrorismo yihadista, pero sí al mismo riesgo que los demás países del entorno.

Centrado en los desafíos a los que se enfrenta la inteligencia, el curso ha mostrado hoy de la mano de su director una visión más cercana del CNI.

Integrado por 4.000 trabajadores, de los que cerca de un 27 por ciento son mujeres, aunque sin limitación de ninguna clase en cuanto a atribución de responsabilidades, el CNI tiene en la selección de personal uno de sus factores fundamentales, porque se prima la lealtad.

De hecho, como ha explicado su director, la mayoría de los principales conflictos que se han generado en los servicios de inteligencia han tenido su origen en la deslealtad de uno de sus empleados.

Ha recordado que en España hay un exagente del Centro condenado a casi 13 años de cárcel por un delito de alta traición, ya que cometió una deslealtad que puso en riesgo la seguridad nacional, y ha precisado que durante su mandato han evitado a tiempo dos casos similares.

Para evitarlos de raíz, o evitarlos a tiempo si surgen, el CNI ha creado recursos, como la comisión de protección del deber de reserva o un sistema de distribución de información que es seguido por otros Estados punteros.

Otro de los atributos más loables del personal del CNI, según su director, es la “conciencia” de trabajar al servicio de una democracia, y así ha subrayado “el esfuerzo” por hacer ver a los ciudadanos que los empleados hacen una labor “más de servicio” que “de secreto”.

Una de las herramientas más relevantes con las que cuenta un trabajador del CNI es la posibilidad de “entrar en las vidas” de la gente a través de un auto judicial, y a cambio, el CNI “tiene que pagar por eso”, ha dicho.

El pago es que “nada de cuanto se sabe en el Centro, lo sabe nadie más”, salvo si surge en la investigación la comisión de un delito o aparece un delincuente, en cuyo caso avisan a las Fuerzas de Seguridad del Estado, como es obligatorio, según sus palabras.

Además, quien ha sido director del CNI con José Luis Rodríguez Zapatero y con Mariano Rajoy -hoy mismo ha avanzado que se cumplen siete años desde que llegara al cargo- ha dedicado gran parte de su conferencia a explicar cómo funciona un Centro cuya tarea crucial consiste en informar al Gobierno.

Lo más importante de las misiones, 18 en la actualidad, es conocer quién es el cliente, qué pide y cuál es el ámbito en que lo pide, y todo ello en constante información al Gobierno y en constante comunicación con el magistrado del Tribunal Supremo encargado de marcar las pautas judiciales por las que se moverán las operaciones.

Por tanto, el CNI “está dentro de la ley”, ha sentenciado Sanz Roldán.

Por otra parte, ha recalcado el trabajo desempeñado en defensa de los intereses de empresas españolas con negocios en el extranjero, lo que lleva al CNI a ponerse a disposición de los empresarios siempre y cuando lo permitan sus funciones.