Un festival literario argentino invita a los niños a leer en pijama

Con pijama y su libro favorito en la mano, los niños están invitados a sumarse hoy a una noche lectora en el Festival de Literatura Infantil y Juvenil Filbita, que se celebra esta semana en Buenos Aires y otras ciudades argentinas.

“Las actividades en pijama quieren recrear ese momento de intimidad tan especial que propician los libros a las puertas de la noche”, declaró a Efe Larisa Chausovsky, responsable de la producción del festival.

“Los cuentos leídos a la hora de dormir hacen que la oscuridad sea menos temible e iluminan los sueños con historias y palabras”, agregó Chausovsky, que confía en que se acerquen muchas familias para compartir este momento mágico y descubrir juntos nuevas lecturas.

Aunque se invita a los menores de la casa a traer su cuento más querido, la librería infantil La Nube, sede del evento, ofrecerá a los participantes la posibilidad de zambullirse entre brujas, piratas, princesas, monstruos y extraterrestres, entre muchos otros, en una amplia selección de libros.

“Por La Nube han pasado generaciones de chicos de toda la ciudad y cuenta con uno de los fondos documentales más importantes de Latinoamérica”, señala Chausovsky sobre esta librería y biblioteca, que iba a ser rematada por el Gobierno de Buenos Aires, pero fue salvada el mes pasado por la presión popular.

La noche lectora se cerrará con el recital de canciones de cuna “Luna con duende”, en el los más pequeños serán arrullados por las voces de Mariana Baggio, Pablo Spiller, Martín Telechanski y Teresa Usandivaras.

En la edición de este año, el Filbita tiene como eje central la defensa de los derechos de los niños.

“La infancia, que es intangible, está fuertemente desprotegida”, denuncia el director de La Nube, Pablo Medina, mientras Chausovsky señala que “el lenguaje y el acceso a los libros y la literatura tiene que ver con la posibilidad de que esos derechos se cumplan”.

Reconocidas autoras de literatura infantil como la brasileña Ana María Machado y la argentina María Teresa Andruetto debatirán ante un público adulto sobre los vínculos entre la literatura y los derechos de la infancia.

Los niños y los jóvenes están también invitados a reflexionar a través de actividades lúdicas gratuitas como la construcción colectiva -y en simultáneo en siete librerías- de puzzles gigantes que dan cuenta de nuestra diversidad.

“Pulgas, perros, gansos, hienas, loros, moscas y conejos viven con nosotros junto a miles de millones de otros animales y personas. Sin embargo, aunque seamos tantos y parezcamos tan distintos, hay algo en lo que somos iguales: todos somos diferentes”, dice el ilustrador Diego Bianki en su libro “Rompecabezas” que inspiró a los organizadores del festival.

“Aunque tal vez no haya un número en el que quepamos, hay una frase en la que nos podemos encontrar: somos parte de algo mucho más grande”, sentencia Bianki, quien estará presente el domingo en el cierre del Filbita, cuando los libros tomarán el parque Saavedra de La Plata, frente a la biblioteca popular Del Otro Lado del Árbol, a 60 kilómetros al sur de Buenos Aires.

Con propuestas para leer a plena luz del día y otras para hacerlo envueltos en la oscuridad, Chausovsky destaca que los objetivos del Filbita son los mismos que tenía en sus orígenes, hace tres años, cuando fue concebido como una sección del Festival Internacional de Literatura Filba, del que finalmente se independizó.

“La infancia es un momento de gran riqueza de diálogo intergeneracional. Queremos generar ese diálogo con los chicos que a veces no se da espontáneamente y encontrarnos juntos entre libros”, concluye.

Mar Centenera.