El kirchnerismo busca en las primarias el impulso para las elecciones generales

El oficialismo argentino apunta a conseguir el próximo domingo 9 el empujón necesario para las presidenciales del 25 de octubre, en unas primarias que funcionan más como una encuesta nacional que como un espacio para dirimir las diferencias internas de los partidos.

Según los sondeos más recientes, el kirchnerista Frente para la Victoria (FpV) concentraría el próximo domingo el 37,6 por ciento de los votos, pero ese resultado todavía no le garantiza ganar en primera vuelta en octubre.

El candidato oficialista, el gobernador bonaerense Daniel Scioli, mantiene el primer puesto en intención de voto, con una estimación de entre el 38 y el 41 por ciento de los votos, según una encuesta de la consultora Poliarquía publicada hoy en el diario La Nación.

El mismo sondeo señala que en el segundo puesto se ubica el opositor frente Cambiemos, en el que compiten tres candidatos y que obtendría entre el 31 y el 34 por ciento de los votos.

La candidatura del conservador alcalde porteño, Mauricio Macri, es la favorita para imponerse dentro de la interna de Cambiemos.

Macri cosecharía el próximo domingo entre el 26 y el 29 por ciento de los votos y se ilusiona con llegar a una segunda vuelta contra Scioli.

“El Gobierno viene queriéndonos convencer de que ya ganó, que es imposible que otro espacio pueda gobernar”, sostuvo hoy el alcalde porteño en diálogo con radio Mitre.

En el tercer puesto del sondeo se encuentra el líder del opositor Frente Renovador, el diputado Sergio Massa, quien hasta hace un año marchaba primero en las encuestas pero ahora las perspectivas le dan entre 14 y 17 puntos.

Para Eduardo Fidanza, de Poliarquía, si los resultados de las generales de octubre fueran semejantes a las estimaciones para las primarias “no le alcanzaría a Scioli para obtener la Presidencia”.

“Eso significa que con el actual escenario habría segunda vuelta en noviembre”, indicó Fidanza.

Para evitar una segunda vuelta, el candidato más votado deberá obtener en octubre el 45 por ciento de los votos o el 40 por ciento con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo.

Además de ser una suerte de encuesta nacional, las primarias en Argentina establecen un suelo del 1,5 por ciento de los votos necesario para que cada formación pueda presentarse a las generales del próximo 25 de octubre.

Según Poliarquía, a las presidenciales llegarían solo seis de los 15 aspirantes que se presentan el próximo domingo.

La madre de todas las batallas será la elección en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país.

Con el 40 por ciento del padrón total, la provincia gobernada actualmente por Scioli tiene un peso decisivo en el resultado nacional.

Tal es el peso de Buenos Aires que uno de los precandidatos a la Presidencia del frente Cambiemos, el radical Ernesto Sanz, ha propuesto durante su campaña dividirla en tres partes.

En la elección bonaerense, las miradas estarán puestas en la pelea entre los candidatos kirchneristas.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, busca superar al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, y ser el único candidato kirchnerista a la gobernación en octubre próximo.

Las encuestas por el momento vaticinan una elección ajustada en el interior del oficialismo, que entre ambos candidatos sumará el 41 por ciento de los votos, según la consultora OPSM.

En segundo lugar en intención de voto se ubica la candidata del frente Cambiemos, María Eugenia Vidal, actual vicejefa de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Con un sólido 23 por ciento, Vidal alcanza para OPSM la misma intención de voto que el jefe de Gabinete argentino, aunque queda rezagada si el FpV suma los votos de sus dos candidatos.

El mismo sondeo asegura que apenas el 38,1 por ciento de los encuestados bonaerenses decidió su voto, cuando solo resta una semana para la primera gran cita del maratoniano calendario electoral que atraviesa Argentina en este 2015.