El nuevo gobierno marroquí tiene mucha menos presencia islamista

El nuevo Gobierno marroquí nombrado hoy por el rey Mohamed VI tiene mucha menor presencia islamista, aunque “seguirá el proceso de reformas iniciado por el anterior Ejecutivo”, según declaró en sus primeras palabras su presidente, Saadedín Othmani, islamista al igual que el anterior.

Este gobierno “continuará con la puesta en marcha de las reformas iniciadas por los gobiernos precedentes, que ponen el interés del ciudadano marroquí por encima de toda consideración”, dijo Othmani en declaraciones posteriores al nombramiento de su gabinete en el Palacio Real de Rabat.

El nuevo gobierno se formó tras un vacío gubernamental que ha durado casi seis meses desde las pasadas elecciones legislativas del 7 de octubre, que fueron ganadas por los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que también encabezó el anterior gobierno).

La celeridad con que se formó el gabinete tras el cese de Abdelilah Benkirán por parte del rey y el nombramiento de Othmani el pasado 17 de marzo, se explica sobre todo por consideraciones económicas, como la necesidad de promover las pequeñas y medianas empresas y la urgencia de aprobar los Presupuestos del Estado.

A pesar de que el PJD fue claro ganador de las legislativas del 7 de octubre, pierde mucho peso en el gobierno actual, y no controlará las carteras de Exteriores, Interior, Justicia, Defensa, Comunicación ni Economía y Finanzas, ocupadas por personalidades apolíticas o por miembros del Reagrupamiento Nacional de Independientes (RNI, liberal), el gran rival del PJD.

La cartera de Interior ha sido ocupada por Abdeluafi Laftit, sin filiación política y calificado por la prensa local como un enemigo del PJD debido a anteriores enfrentamientos que tuvo con varios responsables de esa formación política.

Además, el liberal Aziz Ajanuch -líder del RNI y amigo personal de Mohamed VI- repite en el puesto de ministro de Agricultura y Pesca, pero esta vez acumula también las competencias en Desarrollo Rural y en Aguas y Bosques, lo que lo convierte en uno de los mayores ministerios, clave en la estrategia de desarrollo del país.

El ministerio de Exteriores, tras cinco años encabezado nominalmente por un ministro de partido, vuelve a un profesional de la diplomacia, Naser Bourita, mientras que en Asuntos Islámicos repetirá uno de los hombres más fieles al rey Mohamed VI, el teólogo Ahmed Taufiq, y en Economía y Finanzas repite también Mohamed Busaíd del RNI.

Curiosamente, el RNI, que solo tiene 37 escaños en el Parlamento, tiene ministerios (Justicia, Economía, Agricultura e Industria) mucho más poderosos que el PJD, que cuenta con 125 escaños.

De los políticos más importantes del PJD que han entrado al gabinete, aparte de Otmani, solo cabe citar a Mustafa Ramid (que pasa de ministro de Justicia a ministro de Estado de Derechos Humanos), Lahcen Daudi (“rebajado” de ministro de Educación superior a ministro delegado de Asuntos Generales) y Aziz Rabah, ministro de Energía y Minas.

En cuanto al reparto por géneros, entre las 38 carteras que componen este gobierno solo hay una mujer que tiene rango de ministra -la de Familia y Asuntos Sociales en el que repite la islamista Basima Haqaui-, y las otras ocho son solo secretarias de Estado.

Junto al PJD y RNI, la coalición gubernamental está formada por otros cuatro partidos: el Movimiento Popular (MP) y Partido del Progreso y Socialismo (PPS), la Unión Constitucional (UC) y la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP).

En las 38 carteras, aparte de la presidente de Gobierno, hay 19 ministros, seis ministros delegados y trece secretarios de Estado.

El PJD se ha quedado con doce carteras, seguido por el RNI con siete, el MP con cinco carteras, el PPS y USFP con tres carteras cada uno y la UC con dos carteras. Siete carteras (entre ellas las más importantes) han sido atribuidas a personalidades sin pertenencia política.

Fatima Zohra Bouaziz