El presidente alemán recibe al exdirector de “Cumhuriyet”, condenado en Turquía

El presidente alemán, Joachim Gauck, recibió hoy al exdirector del diario opositor turco “Cumhuriyet” Can Dündar, en un momento de fuerte tensión entre Berlín y Ankara por las detenciones de opositores kurdos y periodistas críticos con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Gauck, quien en una reciente entrevista advirtió de que Turquía podía estar “desmantelando” el estado de derecho, se reunió con Dündar en su sede del Palacio de Bellevue en un formato similar al que brinda a las visitas oficiales y acompañado de la primera dama, la periodista Daniela Schadt.

El exdirector de “Cumhuriyet”, condenado en su país y exiliado desde hace unos meses en Alemania, regaló al presidente uno de sus libros y estampó su firma en el libro de honor de lo que, en la dedicatoria, calificó el “palacio de la libertad”.

La recepción, sin declaraciones, estaba envuelta en un notable despliegue mediático después de que Gauck, políticamente independiente, cuestionara ante el semanario “Der Spiegel” si Ankara estaba apartándose definitivamente de Europa por su acoso a medios críticos y a la oposición.

La cita con el presidente, un pastor protestante y disidente en tiempos de la Alemania comunista, se produce tras las detenciones en Turquía de trece periodistas de ese diario, seguidas de las de líderes y diputados de la oposición kurda, la semana pasada.

La canciller alemana, Angela Merkel, calificó entonces de “altamente alarmante” la situación que viven los medios críticos en Turquía, mientras que su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, convocó el viernes al encargado de negocios de la Embajada turca.

El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, insistió hoy en que una reintroducción de la pena de muerte en Turquía supondría el fin de las negociaciones para su ingreso en la UE, aunque declinó hablar de sanciones a Turquía, como han pedido otros miembros.

Berlín y Ankara arrastran una larga etapa de abierto disenso, agudizada desde que la cámara baja del Parlamento (Bundestag) aprobó el pasado junio una resolución condenando el genocidio armenio por el Imperio otomano, hace más de un siglo.

Hasta ahora, el Gobierno de Berlín ha buscado mantener el equilibrio entre la crítica a Ankara y la defensa del tratado entre Turquía y la UE para refugiados, auspiciado por Merkel para contener la llegada de peticionarios de asilo a través de Grecia.

En un comunicado emitido hoy por las principales instituciones culturales alemanas -entre ellas, la Feria del Libro de Fráncfort- apremian a la canciller a mostrar una mayor determinación frente a Turquía y expresan su solidaridad hacia los opositores detenidos.

A los periodistas detenidos de “Cumhuriyet” se les imputa colaborar tanto con la guerrilla kurda como con el predicador exiliado Fethullah Gülen, al que Erdogan, responsabiliza de la fracasada intentona golpista del pasado julio.

El propio presidente turco acusó la semana pasada a Alemania de haber protegido en el pasado a terroristas kurdos y de hacerlo ahora con los seguidores de Gülen.

Dündar fue condenado en mayo pasado a cinco años de prisión por “revelar secretos de Estado” a raíz de un reportaje sobre el envío turco de armas a Siria y, tras pasar tres meses en la cárcel, fue liberado por una sentencia del Tribunal Constitucional y se exilió.

El diario “Cumhuriyet” recibió en septiembre pasado el premio Right Livelihood Award, otorgado en Suecia y también conocido como “Nobel alternativo”, mientras que su exdirector fue finalista del último Premio Sajárov, que otorga el Parlamento Europeo.

Según datos de Reporteros Sin Fronteras, Turquía está en el puesto 151 (de un total de 180) en términos de libertad de prensa y, desde el intento de golpe de Estado, las autoridades turcas han cerrado por decreto al menos 125 centros informativos, que han provocado la pérdida de empleo de 2.500 profesionales, al tiempo que han retirado 660 licencias de prensa y 49 pasaportes.