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Un senador australiano dimite por supuestos vínculos con China
Un senador del Partido Laborista australiano dimitió hoy tras ser acusado de estar vinculado a China, en un contexto de creciente preocupación por la supuesta injerencia de Pekín en la política de Australia.
“He decidido que el mejor servicio que le puedo dar al Partido Laborista en el Parlamento es no regresar al Senado en 2018”, dijo el senador laborista Sam Dastyari, una de las figuras más prometedoras de la agrupación.
Su dimisión se da después de una serie de denuncias periodísticas sobre sus presuntos lazos con China, la última de ellas, publicada el lunes, señalaba que Dastyari intentó persuadir en 2015 a la número dos de su partido, Tanya Plibersek, para que no se reuniera con un activista de Hong Kong contrario a Pekín.
Anteriormente se le achacó a Dastyari alertar al empresario chino Huang Xiangmo, vinculado al Partido Comunista del país asiático, de la posibilidad de que su teléfono fuera interceptado; así como de defender la posición de Pekín en el contencioso del Mar de China Meridional, en contraposición a la política de su propio partido.
Las denuncias contra Dastyari obligaron al político a renunciar a cargos de liderazgo dentro de su partido, pero desde el gobierno del primer ministro, Malcolm Turnbull, pedían su salida del Parlamento por considerar que traicionaba a la nación oceánica.
Los temores a una injerencia extranjera han motivado que el Gobierno australiano anunciara la semana pasada nuevas medidas contra la interferencia extranjera, que incluye la prohibición de las donaciones políticas, así como la ampliación de las definiciones de espionaje.
Al anunciar la propuesta, Turnbull remarcó entonces que si bien la medida no apunta a un país específico tiene en cuenta los “perturbadores informes (periodísticos) sobre la influencia china” en Australia, lo que motivó una queja inmediata de Pekín.
Asimismo, el sábado Turnbull remarcó en mandarín que “defenderá” a los australianos con sus leyes contra la interferencia extrajera.
El diario The Weekend Australian publicó el fin de semana que la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO, siglas en inglés) presuntamente detectó a diez candidatos políticos locales y estatales vinculados a las agencias de Inteligencia de China.
Pekín ha acusado a los medios australianos de ser “paranoicos” y “racistas” cuando informan sobre China y ha instado también a Australia a rechazar “la mentalidad de la Guerra Fría” en aras de una buena relación.
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