Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Nueva polémica en Italia por el machismo lingüístico en la política

Nueva polémica en Italia por el machismo lingüístico en la política

EFE

Roma —

0

La superación del lenguaje machista ha vuelto a convertirse en Italia en objeto de debate y de polémica en relación esta vez con la extensión del uso de sustantivos femeninos para las mujeres que desempeñan cargos políticos.

En un país cuya lengua prevé que una mujer sea “el ministro” o “el diputado” y que obliga a usar el tratamiento masculino pese a que el cargo lo desempeñe una fémina se trata de un asunto todavía no resuelto, a diferencia de sus vecinos franceses, alemanes o españoles.

Una de las que clama por extender este vocabulario es la lingüista Cecilia Robustelli, miembro del instituto nacional para garantía de la lengua italiana (Crusca), quien aboga ante Efe por utilizar nombres femeninos en todos los cargos que ocupen mujeres.

Con motivo de la celebración del Día de la Mujer Trabajadora el próximo domingo, la experta espera que Italia se habitúe a “utilizar nombres femeninos en la política, las grandes empresas y en las profesiones de más prestigio, como la ingeniería o el derecho”.

“En Italia hay una tradición muy fuerte de usar nombres masculinos para las mujeres”, afirmó en referencia al uso de “alcalde”, “senador”, “diputado”, “ministro” o “presidente” a pesar de que sean ellas quienes ocupan los cargos.

“Alcaldesa, ”senadora“, ”diputada“, ”ministra“ o ”la presidente“ son los correctos, aclaró Robustelli, algunas con la desinencia femenina y otras con el artículo ”la“ como el caso de ”la presidente“, mismo uso que en ”la cantante“, añadió.

También recomendó hablar de “ingeniera” y no “ingeniero” cuando sea una mujer quien desempeña el trabajo, al igual que “abogada” y no “abogado”.

La importancia de utilizar los términos femeninos es “dar visibilidad a las mujeres y darles importancia también a través del lenguaje” porque “cuando se usa el masculino, se piensa en un hombre”.

Un uso que, entiende la lingüista, “finalmente parece que la gente comienza a utilizar, al dejar atrás el masculino cuando son ellas las que tienen el poder”.

Robustelli destacó la relevancia de utilizar el vocabulario femenino en concreto en el ámbito político, porque “el lenguaje de la política y las instituciones es un punto de referencia importante para los ciudadanos”.

La Academia de la Crusca a la que pertenece Robustelli, equivalente italiano de la Real Academia Española, apoya esta “necesaria revolución” para evitar el “androcentrismo” del lenguaje, que ubica al varón en el centro de la visión del mundo.

La actual manera de nombrar los cargos en masculino es una cuestión de tradición social pero, al mismo tiempo, se refiere, sostiene la institución, a una “valoración estética” que quiere combatir, según la cual “ministra suena peor que ministro”.

La propuesta encontró apoyo en la Cámara de los Diputados por parte de su presidenta, Laura Boldrini, quien envió una carta a sus colegas políticos para pedirles que “cambien el lenguaje” y utilicen las declinaciones femeninas.

“Si es mujer, se dice ministra, alcaldesa y asesora. Hay que adaptar el lenguaje”, afirmó para hacer referencia a la necesidad de adecuar el vocabulario parlamentario al rol institucional, social y profesional que desempeñan las representantes políticas italianas.

Señaló Boldrini que “las mujeres tienen el derecho a ser definidas con respeto a las leyes de paridad y no ser expropiadas de su identidad cuando cumplen roles que históricamente han estado reservado a los hombres y han permanecido en el machismo”.

Rechazó las críticas que apuntan que este lenguaje resulta incómodo o poco práctico y apuntó que “es necesario desmontar” la idea de que suena mal decir “la alcaldesa” o “la ministra” mientras que sí suena bien decir “la maestra” o “la campesina”.

“¡Desmontémoslo!”, animó.

“Si lo dejamos pasar, el momento no llegará nunca”, advirtió la presidenta de la Cámara Baja, quien entendió que “es el momento” de tener en cuenta “la imagen, las palabras y el reconocimiento de las mujeres en la sociedad”.

Un tema que se prevé tremendamente complicado en Italia y que contestó la líder del partido derechista “Fratelli d'Italia” (Hermanos de Italia), Giorgia Meloni, quien pidió a Boldrini que continúe llamándola “presidente”.

También criticó la iniciativa el secretario general de la Liga Norte, Matteo Salvini, quien acusó a la presidenta de la Cámara de querer ser “políticamente correcta” con una medida que “da pena”.

Etiquetas
stats