Reuniones interreligiosas marcan el viaje del papa a Birmania y Bangladesh

El viaje del papa Francisco a Birmania (Myanmar) y Bangladesh alterna actos de apoyo a la pequeña comunidad católica y reuniones interreligiosas como la del Consejo Supremo de la Sangha de los monjes budistas en Rangún y un encuentro por la paz en Dacca.

Francisco viaja entre el 27 de noviembre y el 2 de diciembre a dos países involucrados en la crisis de los rohinyá, una minoría musulmana que Birmania no reconoce y discrimina y que están huyendo masivamente a Bangladesh.

A pesar del interés del pontífice por la crisis humanitaria que están viviendo estas personas, en el programa oficial no hay previstos encuentros con sus representantes o a campos de refugiados.

Aunque seguramente será tema de conversación en las reuniones que mantendrá con las autoridades de ambos países y Francisco no dejará de hacer referencia a la necesidad de integrar y dialogar con las minorías, a pesar de las reticencias que se podrían levantar en Birmania.

Se trata del primer viaje de un pontífice a ese país, después de que en mayo de este año Francisco recibiera en el Vaticano a la líder de facto del Gobierno y premio Nobel de la Paz en 1991, Aung San Suu Kyi, en una entrevista que selló el inicio de relaciones diplomáticas bilaterales.

El pontífice emprenderá el viaje la noche del 26 de noviembre para llegar al día siguiente a las 13.30 hora local (20.00 GMT) al aeropuerto internacional de Rangún, desde donde se trasladará en avión a Naipyidó para reunirse con las autoridades en el palacio presidencial.

Verá al presidente birmano, Htin Kyaw, y a Suu Kyi, que es además ministra de Asuntos Exteriores y Consejera de Estado.

Posteriormente, pronunciará su primer discurso tras reunirse con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, y después volverá a Rangún, donde se alojará en la sede del arzobispado.

En esta visita, Francisco manifestará su cercanía a las pequeñas comunidades cristianas en Birmania, donde el 90 % de la población es budista y cerca de un 1 % se declara cristiana, un total de 550.000 personas.

Para ellos, Francisco celebrará misa el miércoles 29 de noviembre en el estadio Kyaikkasan Ground.

Otro de los objetivos del viaje es la reconciliación y diálogo entre religiones que quedará plasmado en la reunión con el Consejo Supremo de la Sangha de los monjes budistas, un órgano que agrupa a los máximos jefes de la rama budista dominante en el centro Kaba Aye.

Después se reunirá con los obispos de Birmania en un salón de la catedral de Santa María.

El jueves, Francisco celebrará misa con los jóvenes en ese templo y después se trasladará a Dacca.

Su primer acto en Bangladesh será la visita al monumento de los Mártires Nacionales de Savar, que conmemora los muertos en la guerra de Liberación del país de Pakistán (1971).

Se trata del segundo viaje de un papa a Bangladesh, después del realizado por Juan Pablo II en 1986, ya que en la visita de Pablo VI ese territorio pertenecía aún a Pakistán

Visitará el Museo de la Memoria de Bangabandhu para homenajear al considerado padre de la patria y después se reunirá con el presidente, Abdul Hamid.

El viernes 1 de diciembre celebrará una misa con ordenación de sacerdotes en el parque Suhrawardy Udyan.

Por la tarde está previsto un encuentro interreligioso y ecuménico por la paz en el jardín del arzobispado.

Los católicos en Bangladesh son cerca del 0,3 % de la población, aproximadamente medio millón de personas, pero la Iglesia cuenta con una importante red de ayuda sanitaria y de escuelas.

Una de estas realidades de las actividades de la Iglesia católica es la Casa Madre Teresa de Tejgaon, que visitará el 2 de diciembre, que ofrece ayuda a discapacitados mentales y físicos y cuenta con cerca de un centenar de camas para los más necesitados.

Ese mismo día se reunirá con los sacerdotes, religiosos, consagrados, seminaristas y novicias en la iglesia del Santo Rosario y celebrará un encuentro con los jóvenes en la Universidad Notre Dame de Dacca, como último acto de su viaje.

Por Cristina Cabrejas