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The Guardian en español

Clinton intenta a la desesperada asegurarse una victoria en Florida

Imagen de archivo de Hillary Clinton

Dan Roberts

Fort Lauderdale —

Hillary Clinton está echando mano de todo lo que tiene en Florida para intentar cambiar el tema de conversación del momento. Eran las 22.30 cuando, finalmente, terminó el tercer mitin de una extenuante visita relámpago este martes, el quinto día que pasaba allí en solo una semana. Los cielos del Estado del Sol se están llenando de vuelos chárter de campaña mientras los demócratas intentan, desesperadamente, virar la atención del escándalo de los correos electrónicos y orientarla de nuevo hacia el sujeto que ellos creen les hará ganar las elecciones: Donald Trump.

Bill Clinton hizo tres paradas el mismo día, en distintos puntos de la Interestatal 4 que divide en dos el estado, tanto política como geográficamente. Este jueves Obama también va a estar en Florida. El compañero de Clinton para su vicepresidencia, Tim Kaine, volverá para pasar en el estado otros dos días. Trump, por su parte, aterrizó este miércoles.

Muchos estados importan dentro del turbulento mapa electoral de 2016, pero pocos más que este. El equipo de campaña demócrata lo ve como su mayor cortafuegos. Si no consigue asegurar sus 29 votos electorales, es casi imposible que Trump reúna los 269 votos que necesita para convertirse en presidente.

También creen que esto va a estar muy ajustado. El senador de Florida Bill Nelson recuerda a los seguidores de Clinton la polémica por el recuento de los votos en las elecciones del año 2000 y les implora que no dejen que vuelva a suceder. “No hay estado más importante”, reconoció a los periodistas un importante miembro de la campaña.  

Por eso  en cada sitio Clinton trata de buscar un enfoque diferente para avivar la indignación contra su oponente. En Dade City, la ahora famosa ex miss universo Alicia Machado apareció en el escenario para recordar a los votantes cómo le trató Trump y cómo es su actitud hacia las mujeres en general.

Abusos sexuales y fraudes en hacienda

“Francamente, preferiría estar aquí de pie hablando casi de cualquier otra cosa”, aseguró Clinton. “Pero no puedo simplemente hablar sobre las cosas buenas que quiero hacer porque las personas están tomando sus decisiones. Esta es una elección con consecuencias, por lo que tenemos que hablar sobre algo que, francamente, es penoso, porque importa. No podemos simplemente desear que desaparezca”.

En Sanford, cerca de Orlando, trasladó el énfasis de sus ataques a las nuevas acusaciones que señalan que su oponente hizo maniobras legales para evitar pagar impuestos. “Creo que muchos de los que estamos aquí hemos pagado bastantes más impuestos federales que Donald Trump”, les dijo. “Y él dice que vale 10.000 millones de dólares”.

El discurso pasó a atacar a Trump por no pagar a los contratistas y estafar a los estudiantes. “Donald Trump es la encarnación de todo lo que está mal en nuestra economía. Creo que merecemos un presidente que esté ahí para defendernos, no a alguien que te estafe”, dijo Clinton.

Pero hay un temor constante entre los demócratas a que estos dardos no terminen de clavarse. De que meses de impactante comportamiento por parte de Trump hayan dejado a algunos votantes adormecidos por sus acciones e inmunes ante más acusaciones. Las encuestas de opinión señalan que la contienda se ha ajustado en los últimos días por la caída en la cotización de empresas estadounidenses porque los inversores se asustan ante la posibilidad de que él quizá todavía pueda hacer frente a estos obstáculos y gane la próxima semana.

Al final de un día agotador, la frustración iba en aumento. Clinton llegaba tarde a un parque iluminado en Fort Lauderdale y ofrecía una versión reducida de su discurso de campaña. La candidata pedía a una multitud bastante entusiasmada: “Nos os distraigáis. No os desviéis”.

Sin embargo, cuando un manifestante empezó a ondear un cartel diciendo: “Bill Clinton es un violador”, su esposa hizo precisamente eso. “Estoy harta y cansada de la visión y el comportamiento negativo, oscuro, divisor y peligroso de la gente que apoya a Donald Trump”. Clinton encajó al manifestante antes de que se lo llevaran lejos con el cartel rasgado. “No vamos a volver al pasado, vamos a mirar hacia delante”, dijo señalándole.

Algunos demócratas en el estado están preocupados por que los datos positivos de los primeros sondeos hayan dado paso a una falta de entusiasmo entre algunos grupos de votantes, particularmente entre los estadounidenses afroamericanos. “No han hecho suficiente en la comunidad negra”, alertó el martes la congresista demócrata Alcee Hastings. “He estado gritando esto durante meses y nada cambió, y ahora mira lo que está pasando”.

Clinton insistió en atraer a la multitud diversa en Fort Lauderdale, recordando lo mucho que se divirtió durante una visita reciente a una cafetería soul food (especializada en comida afro).  Pero el público se animó mucho más con la aparición sorpresa del veterano defensor de los derechos civiles John Lewis.

El equipo de campaña también es consciente de lo peligroso que puede ser parecer demasiado negativo y no hacer lo suficiente a la hora de movilizar a sus seguidores incondicionales con un mensaje común.

“Veo estos últimos días como una oportunidad para decirles lo que podría hacer porque quiero darles algo por lo que votar, a favor y en contra”, contó Clinton a la multitud en Sandford, que estuvo a la espera aunque ella llegó con una hora y media de retraso. “Pero también quiero seguir dibujando el contraste con mi oponente porque nunca antes habíamos tenido a un candidato tan poco apto”.

“Sé que sabes que algunas personas van a votar a Trump. Bien, lo que quiero es que hables con ellos, que intervegas”, rogó Clinton con una voz cada vez más ronca.

Traducido por Cristina Armunia Berges

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