Trece colegios privados se han concertado sin el alumnado que se le exige a la red pública, denuncia STEC

El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Cantabria (STEC) ha denunciado la existencia de 13 unidades educativas privadas que se han concertado sin el número mínimo de alumnado que se exige en la red pública.

El sindicato ha informado que ha formulado una denuncia por escrito en la Consejería de Educación exponiendo que, en aplicación de los mismos criterios que se han utilizado para definir el número de unidades (grupos de alumnos) de los centros públicos en el arreglo escolar, habría que suprimir este curso 13 unidades de la red privada concertada de Cantabria.

En concreto, se trata de dos unidades de la etapa de Infantil, ocho de Primaria y dos de la ESO.

“Si en los centros públicos se exige superar los 25 alumnos por aula a partir de segundo de Primaria para desdoblarla en dos grupos, la Consejería tiene que explicar por qué mantiene en la privada dos unidades concertadas cuando suman una matrícula de 25 alumnos o incluso menos”, ha reclamado STEC.

Según el sindicato, el ahorro que supondría la reducción de estos trece conciertos para las arcas públicas sería de 626.238 euros y afectaría a 13 de los 49 colegios concertados.

STEC también ha señalado el coste de mantener concertadas 15 unidades del Bachillerato, de más de 1,3 millones de euros, que, unido al anterior, rozaría los dos millones de euros, además de que en su opinión supone una “competencia desleal en el acceso a la Universidad, tal y como ha denunciado el Defensor del Pueblo navarro”.

Un “trato de favor” a la concertada para el sindicato, que se suma al “desvío” de pizarras digitales comprometidas inicialmente para centros públicos; o el “incumplimiento” de la concertación del servicio de Orientación“, porque, según STEC, la Consejería ”va a incrementar la dedicación horaria concertada, disponiendo de más horas para menos funciones en la educación privada“.

Por todas estas cuestiones, para STEC resulta “patente el trato de favor que reciben unos negocios educativos privados que tienen que aprender a autofinanciarse y dejar de competir con la red pública de Cantabria, cuya vocación es dotar de una educación integral e igualar en oportunidades formativas a toda la comunidad”.