Fascinación por lo terrible

A estas alturas ya sabemos que la otra cara de lo éticamente deplorable es la fascinación estética que produce. Y en esas seguimos. Como iluminados por las catedrales de luz que ellos mismos idearon, los nazis continúan generando un interés inusitado en pleno siglo XXI. Según informa la Agencia EFE, el interés de los propios alemanes por ese capítulo oscurísimo de su historia está más vivo que nunca: una novela satírica con Hitler por protagonista se convierte en éxito de ventas, millones de espectadores siguen un drama televisivo sobre el Tercer Reich y decenas de miles de visitantes acuden a una exposición sobre el ascenso del Partido Nazi al poder. Los debates en televisiones, prensa e Internet giran en torno a esa época más que el cine español en torno a la Guerra Civil.

Según el historiador Arnd Bauerkaemper, este renovado interés se debe a los aniversarios: en enero se cumplieron ochenta años desde que Hitler se convirtiera en canciller, y en noviembre tendrá lugar el 75º aniversario de la matanza de judíos alemanes en la tristemente célebre “Noche de los cristales rotos”.

Sin embargo, la actualidad del nazismo no se reduce a simples efemérides. En mayo una mujer supuestamente inspirada por la ideología hitleriana será juzgada por varios asesinatos racistas cometidos desde hace más de una década. El ascenso de la ultraderecha en países europeos fomenta los crímenes de sesgo xenófobo. Una desafortunada contemporaneidad que puede hacer comprender a algunos lo que en realidad es el “nazismo puro”.