Martín Gaite, imprescindible en ultramar
“¿Qué haré para escribir, para estrellar todo lo que me bulle? ¿Contra qué muro? ¿Dónde dejar la marca?”. Esto se preguntaba Carmen Martín Gaite mientras producía grandes títulos de la narrativa (también del ensayo) de nuestro tiempo, como Caperucita en Manhattan o El cuarto de atrás. Títulos que hoy pasan apenas desapercibidos en esta España nuestra tan habituada a abandonar los talentos a su suerte.
Pero Carmen encontró un lugar donde dejar esa marca, y fue a parar bastante lejos: en Estados Unidos, donde pasó parte de su vida, la veneran desde hace ya tiempo. Para ellos es el gran clásico de la literatura española contemporánea, la única autora presente en 56 universidades al norte del Río Grande. “Ella es imprescindible. El cuarto de atrás es una novela canónica. Nadie puede doctorarse en Estados Unidos sin haberla leído” afirma Joan L. Brown, catedrática de la Universidad de Delaware, que añade: “EE. UU. le dio antes que España tres cosas muy importantes: la fama, el dinero y un cuarto propio para escribir”.
Tanto el ámbito académico como el de la crítica la elogiaron e hicieron de ella, además, una figura relevante en el campo de los estudios feministas. Consciente de haberse hecho las Américas, y a pesar del tímido reconocimiento que le brindaban en su tierra, permaneció invariablemente fiel a un patriótico sentido de pertenencia.
Tras su muerte en el año 2000, su hermana Ana María ofreció el archivo de la escritora a la Universidad de Salamanca, donde había estudiado Filosofía y Letras, pero no suscitó interés, así que los documentos descansan hoy en el Archivo de Valladolid. Ana María conserva la esperanza de que alguna institución asuma el proyecto de transformar la residencia en un centro de estudios sobre la Generación del 50, a la que su hermana pertenecía. Confía en que toda esa memoria no caiga una vez más en la indiferencia patria.