El futuro de la radio y televisión de los andaluces exige responsabilidad

El director general de la RTVA, Pablo Carrasco, ha presentado hoy su dimisión y el día 20 del presente mes de marzo abandonará de forma efectiva el cargo que ha venido desempeñando desde noviembre de 2008. Con esta decisión, ha abierto un periodo de provisionalidad en la dirección de esta agencia pública empresarial en un momento especialmente delicado para el sector audiovisual en nuestro país, justo cuando la austeridad recetada contra la crisis ha suscitado un intenso –y a veces interesado- debate sobre el presente y el futuro de las televisiones públicas autonómicas.

Esta dimisión llega apenas unos meses después de que el propio Carrasco acudiera al Pleno del Consejo Audiovisual de Andalucía para explicar los cambios que ha conllevado en la RTVA la supresión de la programación de Canal Sur 2. Entonces, reconoció que tanto la programación infantil como la cultural iban a ver reducidas sus horas de emisión con la fusión de los dos canales en uno, si bien destacó que estos contenidos ganarían visibilidad al pasar a emitirse en el primer canal de la RTVA, donde la audiencia es mayor.

Desde el Consejo Audiovisual de Andalucía, creemos que la televisión de los andaluces debe ser un vehículo de cultura, una ventana para el pensamiento y la creatividad de nuestra comunidad, un instrumento para construir y enriquecer una identidad colectiva marcada por valores cívicos y democráticos. Y lo creemos más allá de la persona que circunstancialmente esté desempeñando las tareas propias de su dirección general. Para ser fieles a este convencimiento, siempre hemos procurado colaborar para que la RTVA lleve a su máxima expresión su vocación de servicio público, y lo seguiremos haciendo.

Por eso, seguiremos defendiendo ante los próximos responsables que esta televisión incremente la programación infantil y cultural, o que mejore el pluralismo deportivo y la calidad de la accesibilidad de su programación, por citar sólo algunas líneas en las que se puede seguir avanzando en el futuro. La reducción presupuestaria de la RTVA no puede hacer que se resientan sus objetivos esenciales, aquellos que justifican su existencia.

En este sentido, valoramos positivamente el contrato-programa firmado entre la Junta de Andalucía y la RTVA para los años 2013, 2014 y 2015, en la medida que garantiza para la radio y la televisión autonómicas una financiación estable, y ésta ha de propiciar, a su vez, la adecuada prestación de este servicio público a corto y medio plazo. Este contrato es una hoja de ruta que habrá que seguir teniendo muy en cuenta y mediante la cual la RTVA se compromete a fomentar la educación, la cultura, la protección a la infancia, a los mayores y a las personas en riesgo de exclusión.

Afrontamos, desde múltiples puntos de vista, un periodo decisivo para el sector audiovisual andaluz. Desde 2010, contamos con una Ley General de la Comunicación Audiovisual que vino a actualizar y ordenar la normativa vigente hasta entonces. Ahora, el Gobierno autonómico se ha comprometido a impulsar en esta Legislatura una Ley Andaluza para el sector, un marco que terminará de definir en nuestro territorio las reglas de un juego en el que al RTVA desempeña un papel protagonista.

Es fundamental que todos los agentes implicados sean conscientes de lo que se juega nuestra sociedad, que sepan utilizar los instrumentos que pone a su disposición nuestro sistema democrático para devolver lo antes posible la normalidad a la radio y televisión autonómicas. Lo último que necesita ésta es un largo periodo marcado por una dirección temporal que no se sienta legitimada para proyectarse con firmeza y determinación hacia el futuro. Tenemos un panorama audiovisual que requiere claridad, responsabilidad y compromiso sin titubeos, es necesario que los que tienen voz y voto en este asunto estén a la altura de ese compromiso adquirido con los andaluces y andaluzas.