El pasado 25 de septiembre se inauguró en la Biblioteca provincial de Málaga la exposición La Desbandá. Febrero 1937, el éxodo de Málaga bajo las bombas fascistas, que actualmente está recorriendo diferentes localidades de la provincia de Málaga y Cádiz hasta julio del 2026. Esa itinerancia se produce gracias a la colaboración de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga, la Coordinadora Provincial de Memoria Histórica de Málaga y las plataformas catalanas Stop Maremortum Sants, Hostafrancs i La Bordeta y Donar Veu a la Memòria, estas últimas creadoras de la exposición.
La exposición se elaboró en Barcelona durante 2022, fruto del trabajo coordinado de Stop Maremortum SHB, de la que uno de sus miembros e impulsor de la exposición es hijo de una víctima de La Desbandá, y Donar Veu a la Memoria, radicadas en el barrio de Sants de la capital catalana. El resultado de ese trabajo fue una primera exposición que se inauguró en Barcelona en febrero de 2023, con visitas guiadas a público infantil, juvenil y adulto, así como lectura dramatizada de testimonios de La Desbandá, charlas y una representación teatral creada ad hoc (“Silencis. Els Infants de La Desbandá”) Posteriormente realizó un recorrido durante dos años por diversas localidades de Cataluña.
Los objetivos de la exposición eran: dar a conocer los hechos de La Desbandá, y sobre todo los testimonios de las víctimas, al público joven y adulto; trabajar la memoria histórica con grupos escolares y, sobre todo, relacionar los hechos históricos y los testimonios con la situación actual: guerras, desplazados, la Europa fortaleza, racismo y xenofobia, y el crecimiento del fascismo del que la población fue víctima en La Desbandá como ejemplo paradigmático.
Para ello se diseñaron 37 paneles distribuidos en cinco secciones expositivas con formato unificado y en catalán: Contexto, La Desbandá, Éxodo y diáspora, Memoria histórica de La Desbandá, Cómo nos interpela La Desbandá: Guerras, éxodos y refugiados actuales.
Para los autores, era fundamental que la exposición tuviera una perspectiva didáctica y fuera asequible para el público al que iba destinado. De ahí que los paneles, con imágenes y textos, sean claros y concisos y contengan QRs con material audiovisual.
Para la itinerancia por las provincias de Málaga y Cádiz, y posteriormente Madrid y Aragón, miembros de Stop MMSHB procedieron a su traducción al castellano y a la actualización de datos de la última sección, Cómo nos interpela La Desbandá: Guerras, éxodos y refugiados actuales, de acuerdo a los acontecimientos actuales sobre el tema. Precisamente esa sección fue la que dio lugar a mi charla del mismo título, impartida con motivo de la exposición en la Biblioteca provincial de Málaga, el 2 de octubre, y de cuyos contenidos dan cuenta este y el artículo ¿Cómo nos interpela hoy La Desbandá? Guerras, conflictos y genocidios actuales.
La huida de las víctimas de La Desbandá no terminó en Almería. A partir del 14 de febrero de 1937, ante el alud de refugiados en Almería y las dificultades para abastecer a la población, se organizó un desplazamiento de personas hacia ciudades leales a la República. Los principales medios de transporte fueron el ferrocarril, camiones y el barco Ciudad de Barcelona, que partió de Alicante hacia Sant Feliu de Guixols (Gerona) y en el que viajaron más de 4.000 personas.
En el mes de marzo de 1937 se contabilizaron un total de 10.765 refugiados en la ciudad de Barcelona, muchos de ellos procedentes de Andalucía.
Resulta conmovedor el testimonio de Consuelo Torres Fernández, al respecto:
Nos metieron en el estadio de Montjuïc. Era todo de mármol, con un frío tremendo que hacía (…) el que podía coger una manta la guardaba en un rincón (…) Nosotros cogimos un colchón, mantas y ropa, las liamos en el colchón (…) Bajamos a Barcelona a comprar cosas de comer, al volver habían venido unos camiones y se habían llevado todos los refugiados a los pueblos (…) Como no estábamos, se llevaron todo lo nuestro y nos quedamos con lo puesto.
Se tiene información de la llegada de personas refugiadas de La Desbandá en Vic y otros pueblos de la comarca de Osona, Sant Feliu de Guixols, Santa Cristina, Banyoles, Maçanet de la Selva, Granollers, Caldes d’Estrac, Sant Pol de Mar, El Masnou, La Garriga, Mollet del Vallès, Sabadell y Barcelona, en el caso de Cataluña.
El 27 de mayo de 1937 un grupo de 456 niños y niñas de diferentes edades, hijos de republicanos, procedentes de Barcelona salieron del puerto de Burdeos hacia México en el barco Mexique para ser trasladados a Morelia. 58 venían de Andalucía, la mayoría víctimas de La Desbandá.
Annie González de Haro, hija de almerienses residentes en Málaga y víctimas de La Desbandá, relata en su libro Hija del exilio. El cuaderno rojo de Annie:
Mis familiares cuando llegaron a Almería tuvieron que irse a Cerdanyola del Vallés, con familiares (…) Se quedaron allí hasta el mes de febrero de 1939 cuando Barcelona cayó en manos de los franquistas (…) Otra vez por los caminos con miles de personas, mujeres y niños.
En febrero de 1939, tras la toma de Barcelona por las tropas franquistas, en La Retirada, unas 1.200 personas de La Desbandá cruzaron la frontera francesa y fueron a campos de concentración en Francia. El porcentaje estimado de andaluces llegados a Francia, en relación con el total de refugiados republicanos españoles, fue del 10,5%; los procedentes de Málaga eran el 44,1%. Posteriormente, más de 150 malagueños acabaron asesinados en los campos de exterminio nazis de Mathausen o Gusen.
En conmemoración de ello, se han realizado en tres ocasiones, desde abril de 2023, las “Marxes de La Retirada. La Desbandá de Màlaga als Pirineus” de Barcelona hasta Argelès sur Mer; organizadas por la Asociación Senderista La Desbandá y la Associació Catalana de Persones Ex-preses Polítiques del Franquisme, entre otras.
Demos un salto al presente y analicemos datos escalofriantes sobre desplazados y refugiados actuales.
El Informe de Tendencias Globales de ACNUR (junio 2025) estima que, a finales de 2024, 123,2 millones de personas se habían visto forzadas a huir de sus hogares a causa de la persecución, el conflicto, la violencia y las violaciones de los derechos humanos. Entre ellas había casi 42,7 millones de personas refugiadas. Estos datos indican que en el año 2024 más de una de cada 67 personas en la Tierra se había visto forzada a huir.
En lo que respecta a personas desplazadas, 73,5 millones lo eran dentro de las fronteras de sus propios países; siendo las de Sudán, la República Democrática del Congo y Palestina las que representaban casi dos tercios de ese total. Así como en el caso de las personas refugiadas existe un marco de protección internacional (Convención de Ginebra de 1951), no sucede lo mismo con los desplazados internos, aunque huyan de conflictos bélicos. Los Principios Rectores de los Desplazados Internos de la ONU de 1998 para que los Estados dieran protección a sus desplazados no son vinculantes y la protección es más que escasa.
Cabe mencionar que en el caso de Palestina (Cisjordania y la Franja de Gaza) esas personas son refugiadas con derecho al retorno en su propio territorio tras la creación del estado de Israel en 1948, según la Resolución 194 de la ONU, incumplida sistemáticamente por Israel. Esta situación se ha visto agravada, y sobre todo en el caso del genocidio de Gaza, por el hecho de que Israel prohibió, en enero de este año, la actividad de la UNRWA (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio) en esos territorios, llegando incluso a destruir la mayor parte de sus instalaciones sanitarias y educativas. Trump, por su parte, firmó en febrero de este añovarias órdenes ejecutivas para retirar al país norteamericano del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y dejar de financiar a la UNRWA.
Tras la falsa tregua del 10 de octubre de este año, en la que Israel asesinó a más de 250 gazatíes hasta el 19 de noviembre, se aprobó por parte del Consejo de Seguridad de la ONU, con la abstención de Rusia y China, el Plan de Trump de Gaza, que autoriza una fuerza internacional de estabilización para garantizar la seguridad en Gaza y también una autoridad de transición supervisada por Washington para su gobernanza. Hecho que no hace más que perpetuar la situación de colonialismo y apartheid hacia los palestinos.
No es sorprendente, en ese contexto, que Netanyahu, al día siguiente de esa aprobación propusiera en el parlamento israelí el corte de suministro de agua y luz a las instalaciones de UNRWA en lo que considera territorios israelíes de Jerusalén y Cisjordanía.
En cuanto a las personas refugiadas fuera de sus países, el 67% vivían en países vecinos a sus países de origen. Es importante señalar que los países de renta baja y media acogieron al 73% de los refugiados.
Teniendo en cuenta que la única guerra activa en Europa es la de Ucrania, las cifras anteriores ponen en evidencia que no es en este continente donde se acoge, ni mucho menos, al mayor número de desplazados o refugiados. Aun así, el discurso racista y xenófobo de la derecha y la extrema derecha, apoyado por muchos medios de comunicación y redes, no deja de alertar de los riesgos y amenazas de la llegada de personas ajenas a los valores culturales y religiosos que consideran propios de “nuestro continente”.
Rosendo Fuentes Ayllón, que tenía 12 años cuando vivió La Desbandá, comentaba:
Lo mismo que pasó en la carretera de Málaga-Almería lo he visto luego, y lo sigo viendo, muchas veces en el cine y en la televisión. Creo que lo que hicieron en Málaga fue como un ensayo de lo que posteriormente sucedió en otras guerras. Pero la primera vez que se atacó y bombardeó así a la población civil fue a nosotros, en aquella carretera: ocuparon Málaga y prepararon una trampa criminal a la salida.
No hay duda de que los bombardeos por parte de las aviaciones alemana e italiana a la población en la Guerra de España fueron una experimentación de lo que sería la Segunda Guerra Mundial y marcaron un antes y un después de lo que serían las guerras. Pero podemos decir que hoy se ha llegado a la culminación del número de víctimas civiles por esta razón. Se calcula que actualmente el 89% de las víctimas por armas explosivas en áreas pobladas son civiles.
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