Andalucía Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Salazar: el mapa de poder en el PSOE y en Moncloa que lo convirtió en impune
Así son los nuevos grupos terroristas de extrema derecha
OPINIÓN | 'La sociedad infantil y la libertad de expresión', por Enric González

Por la senda de tus lunares: Isabel Coixet estrena en la Berlinale 'Elisa y Marcela' con Natalia de Molina

“Pero estamos juntas”. Elisa y Marcela han recibido pedradas, han engañado a la Iglesia, se han desposado, han huido, se han desterrado y han dado con sus huesos en la cárcel. Han pasado por un auténtico calvario. Pero están juntas. Y nada les importa más.

Lo personal es político, proclama el movimiento feminista. Y la directora Isabel Coixet lo hace realidad. Con Elisa y Marcela, que ha celebrado este miércoles su estreno mundial en la Berlinale, ha lanzado un potente mensaje político. De esos que son tan de su gusto y del festival alemán.

La historia del primer matrimonio gay (o, mucho mejor dicho, lésbico), protagonizada por Natalia de Molina y Greta Fernández, llega en un momento idóneo: con los partidos de la ultraderecha española poniendo en cuestión el derecho de las personas homosexuales a casarse en nuestro país.

La película de estas dos mujeres que, contra todo pronóstico, lograron engañar a un párroco gallego en los albores del siglo XX para casarse, vuelve a sacar a la mejor Coixet. Esa que nos emocionó hasta la médula con Mi vida sin mí.

Aquella historia de una madre moribunda marcó un antes y un después en su carrera. Fue la película que la situó definitivamente como una voz imprescindible del cine español. Y es, probablemente, su obra maestra. La que le hizo entrar en el radar de Dieter Kosslick, el director de la Berlinale, convirtiéndose así en una de sus directoras de cabecera.

16 años después de todo aquello, Coixet nos narra la conmovedora historia real de dos mujeres que lo sacrificaron todo por amor. En una Galicia rural y asfixiante, Marcela sigue la senda de los lunares de Elisa.Y en ese sensual camino, encuentra el placer, el amor y la felicidad.  Una felicidad filmada hasta sus últimas consecuencias, durante la primera parte de la película. Y que, cuando llega el calvario, extrema su contraste.

Seguir leyendo en FilmAnd