“Sé que no estoy luchando para que mi hija pueda llegar a estar en el nuevo instituto porque no dará tiempo, pero lucho para que las futuras generaciones sí puedan”. Con esas palabras resume Silvina, portavoz de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Villanueva del Mar, situado en La Herradura (Almuñécar), el sentir de toda una comunidad educativa que lleva más de dos décadas anhelando la construcción de un nuevo edificio que acabe con las carencias que padecen los más de 150 alumnos que tiene este instituto. Sin patio para el recreo ni instalaciones deportivas, el día a día de este centro educativo se solventa con el buen hacer de unos docentes y unos padres que hace ya demasiado tiempo que asumieron que lo que iba a ser una solución temporal, supera con mucho la realidad.
Porque el IES Villanueva del Mar se instaló hace más de 20 años en el edificio que ocupaba un viejo colegio. Aunque se trata de un instituto que solo tiene educación secundaria y carece de bachillerato, las instalaciones no son las adecuadas para adolescentes que no son precisamente los niños que ocupaban la que fue la escuela previa. Como solución puntual, el Ayuntamiento de Almuñécar, gobernado por el PP en la actualidad y al que pertenece la pedanía de La Herradura, les ubicó en este inmueble con la promesa de trabajar junto con la Junta de Andalucía en la construcción de un nuevo instituto.
Pero la promesa se ha eternizado y desde la oposición municipal liderada por el PSOE y en los mentideros del pueblo se asume que hay más voluntad por explotar las capacidades urbanísticas de la zona en otros proyectos privados o comerciales más interesantes para el Consistorio. No en vano, La Herradura se considera como la joya de la corona económica de toda la Costa Tropical de Granada.
Veinte años de espera en un centro improvisado
El instituto funciona en un edificio que nunca se diseñó para ese uso. El patio del recreo es, en realidad, el parque infantil colindante, cerrado en horario escolar para que los adolescentes puedan salir un rato entre clase y clase. Para la educación física, el alumnado tiene que desplazarse a pie por el pueblo hasta las pistas deportivas o el pabellón. No hay salón de actos, ni gimnasio, ni instalaciones adaptadas al crecimiento del centro. Y, aun así, el profesorado y las familias remarcan que se imparte el currículo con normalidad y que los resultados académicos son buenos.
“Esto empezó como algo coyuntural y se ha alargado demasiado en el tiempo”, explica Luis Javier, director del IES Villanueva del Mar. “El centro funciona, es un espacio pequeño y familiar, pero con carencias importantes: no tenemos patio, no tenemos salón de actos y acudimos a las dependencias municipales. Lo que en origen iba a ser una solución temporal lleva ya más de veinte años”.
Esa sensación de provisionalidad permanente es la que ha llevado a madres y padres a movilizarse en los últimos meses. Desde el AMPA denuncian que la falta de instalaciones no solo resta oportunidades al alumnado, sino que dificulta el crecimiento del propio instituto. Llevan dos años pidiendo, por ejemplo, la implantación de un ciclo formativo de buceo, aprovechando la ubicación costera de La Herradura y el potencial económico y turístico que ello supondría. Pero el proyecto no se desbloquea sin un centro con espacio y condiciones para albergar nuevas enseñanzas.
“Yo sé que mi hija no va a estudiar en el nuevo instituto, pero no puedo resignarme a que las siguientes generaciones tengan que seguir igual”, resume Silvina. Sus palabras reflejan el hartazgo de una comunidad que percibe que las prioridades políticas en el municipio no pasan por resolver un problema que ya afecta a varias generaciones de estudiantes. Una comunidad educativa de la que también forman parte los padres y alumnos del colegio Las Gaviotas, situado en la misma pedanía y en el que estudian aquellos niños que luego acaban en el instituto.
Andrés, portavoz de este AMPA, abunda en la idea de que desde el Consistorio no hay voluntad política para ofertar la educación pública, mientras sí se mueven en otras direcciones: “Es una incongruencia que haya solares para hoteles de cinco estrellas y no para un instituto”. De hecho, aporta datos y dice que “un 30% de las familias prefiere llevar a sus hijos a institutos de Almuñécar porque no confían en las condiciones del centro de La Herradura”.
Cruce de versiones institucionales
En el plano institucional, Ayuntamiento y Junta de Andalucía se pasan la pelota. Desde el Consistorio aseguran que el nuevo instituto ya está contemplado en el Plan General de Ordenación Urbana aprobado en la anterior legislatura y pendiente de la validación definitiva de la Junta. “El actual no es un centro temporal, lleva siendo el instituto de La Herradura desde siempre. Otra cosa es que se haya quedado pequeño”, señalan fuentes municipales, que dicen no tener constancia de que la Junta haya solicitado formalmente terrenos para levantar un nuevo edificio.
La Junta, sin embargo, sostiene lo contrario. Desde la Delegación de Educación confirman que se encuentran “en el paso previo de la cesión del suelo por parte del Ayuntamiento, que debe pasar primero por el pleno municipal”. Un trámite imprescindible para poder incluir la obra en la planificación educativa de la Consejería. Sin ese suelo, la construcción del nuevo instituto ni siquiera puede entrar en los presupuestos autonómicos.
Desde la oposición municipal, el PSOE lleva años denunciando que la falta de avances responde a una decisión política. “La Junta ha pedido en reiteradas ocasiones la cesión del suelo al Ayuntamiento y nunca se ha producido”, insisten los socialistas, que recuerdan que no se trata de un problema técnico ni administrativo, sino de voluntad política. Según subrayan, la falta de un instituto adecuado en La Herradura “no es un olvido ni una casualidad, sino una consecuencia directa de la prioridad que se le da al urbanismo especulativo frente a las necesidades básicas de la ciudadanía”.
El PSOE ha reclamado en varias ocasiones que el Ayuntamiento ponga a disposición de la Consejería un solar en condiciones para que la Junta pueda incluir la obra en sus planes. Mientras tanto, se aprueban proyectos privados de envergadura, como hoteles de lujo o promociones residenciales, que demuestran que el suelo existe, pero que se reserva para otros fines.
La otra cara de la Costa Tropical
Entre las familias circula la sospecha de que la falta de avances tiene más que ver con esa especulación urbanística que con los trámites administrativos. La Herradura es uno de los enclaves más cotizados de la Costa Tropical por su alto interés inmobiliario y turístico. Que no se encuentre un terreno en dos décadas para un instituto contrasta con la rapidez con que se aprueban proyectos hoteleros o nuevas promociones residenciales.
El resultado es que 160 adolescentes siguen estudiando en un centro pensado para niños pequeños, con un patio de juegos como recreo y sin espacios propios para actividades culturales o deportivas. Mientras tanto, la promesa de un instituto nuevo permanece en el limbo administrativo y político.
De este modo, La Herradura acumula ya más de veinte años de espera por un instituto que nunca llega. Entre la “falta de voluntad política”, los trámites urbanísticos y la presión inmobiliaria, el IES Villanueva del Mar se mantiene en una precariedad que las familias consideran inaceptable. “Nosotros no pedimos nada extraordinario -recuerdan desde el AMPA-, pedimos lo mismo que tienen otros pueblos de Granada: un instituto digno, con instalaciones acordes a la edad de nuestros hijos”.
La comunidad educativa teme que, de no haber un giro en las prioridades del Ayuntamiento y la Junta, la provisionalidad se cronifique hasta convertirse en una condena para las generaciones que vienen. “Si no nos ponemos ya, cada año será más difícil por el crecimiento urbanístico”, sentencia Andrés, portavoz del AMPA del colegio Las Gaviotas. Su temor es el que comparten decenas de familias ante el inevitable paso del tiempo y el crecimiento urbano de La Herradura.