El Comité Director del PSOE andaluz, máximo órgano de decisión entre congresos, ha constituido este sábado en Huelva la comisión regional de listas, encargada de negociar y confeccionar las candidaturas socialistas en las ocho provincias para las próximas elecciones andaluzas, previstas (si no hay adelanto en primavera) para junio de 2026.
Es el primer paso para conformar el equipo que peleará con Juan Manuel Moreno para recuperar el Gobierno autonómico, y del que ahora sólo hay dos certezas: que María Jesús Montero será la candidata a la Presidencia de la Junta y número uno por Sevilla; y que su número tres, el secretario de Organización, Francisco Rodríguez, no irá en las listas porque seguirá centrado en la alcaldía de Dos Hermanas.
La comisión de listas es el órgano que en los próximos meses va a aglutinar todas las miradas de los dirigentes del PSOE andaluz que aspiran a colocarse en puestos de salida para garantizarse un escaño en el Parlamento. Los miembros de esa comisión los elige precisamente Rodríguez, que ha situado dentro a los ocho secretarios provinciales y a representantes “de todas las tendencias” del partido.
“Este partido sale a ganar y vamos a ganar”, ha sentenciado Montero durante su intervención en el Comité Director, mostrándose convencida de que “la movilización de Andalucía va a producir ese cambio electoral que necesitamos en esta tierra”. Para la secretaria general del PSOE andaluz, las próximas elecciones autonómicas pondrán fin al gobierno de un presidente con “falta de ambición” y que está llevando a cabo un “vaciamiento de las competencias autonómicas”.
La vicepresidenta primera ha insistido en su denuncia de que el Ejecutivo de Moreno lleva siete años “destrozando” los servicios públicos esenciales para “privatizarlos” y, en contraposición, ha garantizado que el PSOE andaluz se va a centrar de aquí a las elecciones en “lo que de verdad le importa a los andaluces”, esto es, “en hablar de sanidad, de educación, de la vivienda o del futuro en general de la industrialización de nuestra tierra”.
Asimismo, ha criticado que el presidente andaluz “defiende más los intereses de Génova que los intereses de Andalucía”, al rechazar, por ejemplo, la quita de la deuda por 18.700 millones. Al hilo, ha asegurado que Andalucía la acabará “aceptando” porque ella se va a encargar de firmarla “cuando sea presidenta de la Junta de Andalucía” tras las próximas elecciones autonómicas.
En su crítica a Moreno, la candidata también ha afeado los “malabares dialécticos” del líder del PP en Andalucía para no reconocer que en Gaza se está produciendo un “genocidio” por parte de Israel. “Genocidio. Señor Moreno Bonilla, repita con nosotros, se trata de un genocidio”, ha pedido Montero al presidente de la Junta, criticando que hay quienes están dedicando más tiempo a cuestionar si la protesta ciudadana está justificada o no está justificada, que “a condenar el asesinato de miles de niños por hambre o sencillamente por la violencia”.
“El pueblo andaluz comparte este compromiso que está situando a nuestro país como referente internacional de humanidad, de legalidad y de paz”, ha señalado Montero, quien ha destacado que mañana, por ejemplo, Portugal va a reconocer el estado palestino. “Si España se mueve, Europa se mueve; marcamos la pauta a nivel internacional”, ha indicado Montero.
Durante su intervención, la candidata socialista a la presidencia de la Junta ha vuelto a apelar a la unidad interna de su partido. La elaboración de las listas electorales es un momento conflictivo en todas las formaciones políticas, más aún si los sondeos apuntan a la baja, como le ocurre al PSOE andaluz. Los ocho congresos que renovaron las direcciones provinciales hace cinco meses dejaron hondas cicatrices entre oficialistas y críticos, y hoy quienes perdieron aquel pulso acusan a los vencedores de orillarles.
Esa “falta de integración” es la sombra que se proyecta sobre el momento actual, la elaboración de las listas al Parlamento andaluz, donde quienes perdieron el pulso interno temen quedar fuera. El ruido de fondo se oye, sobre todo, en Cádiz, en Málaga y en Jaén, donde algunos dirigentes han elevado quejas y lamentos al secretario de Organización. Rodríguez resta importancia a la situación, dice que es “lo normal” de este proceso, y cree incluso que es bueno que “el nerviosismo y la tensión” se instale en las filas del partido, inmerso ya en una larga precampaña electoral.
La última palabra sobre las listas electorales la tendrá la ejecutiva regional de María Jesús Montero, con capacidad para corregir y rehacer la propuesta que salga de las direcciones provinciales. Fuentes del partido explican que la vicepresidenta del Gobierno ha arriesgado mucho al dar el salto de vuelta a la política andaluza y tiene, por tanto, “vía libre para confeccionar el equipo del que se va a rodear en el Parlamento andaluz”.
Con todo, en el equipo de Montero son conscientes de que las disputas internas en el PSOE andaluz pueden minar sus opciones de llegar a las próximas elecciones con el “chute de ilusión, credibilidad y autoestima” que necesitan para movilizar a medio millón de votantes socialistas que se quedaron en casa en las últimas autonómicas (2022), pero volvieron a las urnas en las generales (2023).
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