El Ayuntamiento de Zaragoza ha informado este miércoles que pone fin al proyecto básico de La Lonja ante el rechazo generado entre los académicos y la sociedad civil. El Consistorio retira esta iniciativa para “no generar crispación” en la ciudadanía.
Lo hace, asegura el Ayuntamiento, “por decisión propia”, aunque el paso llega después de que diversos colectivos y partidos políticos hayan mostrado su malestar por las sucesivas reformas proyectadas en un edificio que está declarado bien de interés cultural (BIC).
Lo cierto es que el PP se había quedado sin apoyos para sacar adelante este proyecto, después de que el pasado lunes hasta Vox –que suele respaldar todas las iniciativas de los populares– se posicionara en contra. El portavoz de la formación de extrema derecha, Julio Calvo, acusó a consejera de Cultura, Sara Fernández, de “faltar a la verdad” al constar que “entre lo que dijo y lo que aparece en el proyecto hay serias diferencias”, ya que la reforma planteada era “mucho más agresiva”.
Primero fueron unos ascensores exteriores para acceder a la parte alta del emblemático inmueble y, ante el fuerte rechazo a esta actuación, el equipo de gobierno del PP optó por limitarse a su reforma interior, también con una fuerte contestación.
Finalmente, el Ayuntamiento anuncia que ha solicitado la retirada de ese proyecto básico de la ponencia de la Comisión de Patrimonio de Aragón, así como del orden del día de la citada comisión. Pone así fin a un trabajo elaborado por los arquitectos municipales y la empresa IDOM y que, según fuentes municipales, “nació por la necesidad de mantenimiento de la instalación, que requiere una mejora de infraestructuras básicas,tal y como han indicado los técnicos”.
Para justificar este paso, el equipo de gobierno alude a su deseo de “mantener un clima de entendimiento y no generar crispación en torno a este espacio histórico del renacimiento aragonés”. “Este espacio, que lleva más de un siglo acogiendo diferentes muestras artísticas, va a continuar siendo una sala de exposiciones, la más concurrida de todas las de propiedad municipal, y contando con la firma de artistas de gran prestigio y reconocimiento nacional e internacional”, añade el Consistorio.
La Edad Moderna
La historia de La Lonja está ligada al auge comercial de Zaragoza en la Edad Moderna. “Era una ciudad de comerciantes, y La Lonja se construyó para que pudieran hacer sus operaciones a cubierto”, apuntó días atrás el portavoz del colectivo GozARTE, Carlos Millán.
Fue Pedro de la Hera quien proyectó el edificio hacia 1541, inspirándose en las lonjas de Valencia o Mallorca. Durante siglos tuvo distintos usos, hasta que, en la década de 1980, comenzó su conversión en sala de exposiciones. Desde entonces, acoge algunas de las muestras culturales más destacadas de la ciudad.
Según denuncio Millán, los zaragozanos llevan “medio siglo entrando en la Lonja sin ver la Lonja” porque, aunque las bóvedas sí se observan, “el resto está oculto por paneles, estructuras fijas o mostradores”, lamentó.
Tras dar a conocer la noticia, el Gobierno de la ciudad ha apuntado que “seguirá trabajando para que la UNESCO otorgue a la Lonja la distinción de Patrimonio de la Humanidad” y para continuar “manteniendo la grandeza y el esplendor de una construcción única en Zaragoza, con un gran valor histórico, patrimonial y sentimental para los ciudadanos”.