Los corredores de seguros comienzan a pararle los pies a la banca en sus prácticas abusivas con las pólizas
Los corredores de seguros aragoneses han comenzado a pararles los pies a la banca en sus abusivas prácticas en el sector de las pólizas. El Colegio de Mediadores de Seguros de Zaragoza y Teruel, que aglutina a los pequeños corredores y a empleados de grandes aseguradoras, ha creado una Comisión de Vigilancia del Mercado para investigar este tipo de asuntos que ha comenzado a obtener pequeñas victorias.
Por una parte, la Agencia de Protección de Datos (APD) ha abierto un expediente sancionador a Caixabank y a su filial de seguros, Segurcaixa Adeslas, por sendas faltas graves presuntamente cometidas al haberle endosado a un cliente zaragozano de la entidad financiera dos pólizas de la aseguradora que este no había solicitado. Lo hicieron tras haber “observado la carencia de un seguro del hogar” –según le hicieron saber por carta- en las viviendas cuyas hipotecas tenía contratadas con el banco.
La entidad financiera, cuyos recibos sumaban 38,73 euros mensuales, se había hecho con los datos del cliente al absorber Caja Navarra, con la que este había formalizado las hipotecas. Sus contratos incluían el compromiso de “suscribir el correspondiente seguro contra incendios de la finca hipotecada”.
Filtrar datos sin consentimiento ni legitimación
La APD, sin embargo, considera que el denunciante no prestó “el consentimiento inequívoco” que la legislación exige para poder utilizar sus datos personales, lo que puede acarrearle a la aseguradora una multa de 40.001 a 300.000 euros. El banco se expone a una sanción de la misma cuantía por haberle cedido a su filial datos del cliente “sin contar con legitimación para ello”.
Por otro lado, el Juzgado de Primera Instancia número 21 de Zaragoza ha condenado a Ibercaja Banco, declarado en rebeldía tras no comparecer en el juicio, a devolver a un cliente los 555,52 euros que le cobró indebidamente por dos pólizas, de Ibercaja Vida y de Caser, y, también en este caso, vinculadas a créditos hipotecarios que no había solicitado.
La sentencia hace referencia a “la resolución del Banco de España acreditativa de que dicha actuación se apartó de las buenas prácticas y usos bancarios”.
El Colegio de Aseguradores, pionero en España en este tipo de iniciativas, ofrece a sus afiliados una asesoría jurídica que permite canalizar las denuncias de los usuarios sobre prácticas presuntamente abusivas y pleitear contra las entidades financieras, algo que los consumidores solo harían por su cuenta en contadas ocasiones ante lo elevado de los costes, superior en muchos casos a la cuantía de las reclamaciones.
Aumento de las denuncias
El comité, coordinado por José Antonio Ponzán, y que cuenta con el trabajo del veterano abogado José Luis Carreras, ha constatado un “aumento de denuncias de supuestas prácticas abusivas desarrolladas por bancos o cajas de ahorros, a la hora de contratar o gestionar las pólizas de seguros de sus clientes”.
Fuentes del colegio destacaron que “no hay precedentes en Aragón de haber ganado un juicio contra una entidad financiera en un caso de mala praxis con los seguros”, al no devolver a los clientes las cuotas de sus propias aseguradoras que les cobra de manera indebida pese a que estos reclamaron las devolución de los recibos dentro del plazo de ocho semanas que exige la ley. El año pasado recibieron ocho denuncias por conductas de este tipo.
Vía alternativa de ingresos para la banca
Las entidades financieras llevan años operando en el sector de los seguros, una actividad que les reporta elevados beneficios. Es habitual, por ejemplo, que los contratos hipotecarios incluyan bonificaciones por los seguros de vida y de hogar que el banco ofrece al cliente a través de una de las aseguradoras de su grupo. En ocasiones, el coste de la póliza es superior a la rebaja en el crédito, según explican fuentes del sector.
Los procesos de concentración bancaria han generado hasta la fecha medio centenar de fusiones de compañías de seguros promovidas por cajas de ahorro y bancos, o a las que estos estaban asociadas.
Este flanco de la actividad es, desde hace años, una de las principales fuentes de ingresos de la banca, que busca nuevas vías de financiación ante el desplome de los tipos de interés.
