“Ofrezco coche para bajar a comprar”, “Recojo medicación en la farmacia”, “Esta tarde saldré a caminar ¿Alguien quiere venir?”. Son algunas de las propuestas que pueden aparecer en la Aplicación Red de Pueblo, una iniciativa sin ánimo de lucro que pretende conectar a las personas de las zonas rurales, dando respuesta a las necesidades “de toda la vida”, utilizando los beneficios de conectividad e inmediatez que aportan las nuevas tecnologías.
En Aragón, esta aplicación está en funcionamiento en la zona de Calamocha, a través de la cooperativa social Tararaina. Marta Collados, emprendedora rural y miembro de la cooperativa es la persona que pone voz a Red de Pueblo, asegura que la aceptación está siendo alta y que, aunque es necesario tiempo para que los usuarios “la hagan suya”, la historia de cómo el uso de la aplicación va calando entre la vecindad de los pueblos, está siendo “muy bonita”. Compartir trayectos, para ahorrar recursos y facilitar la movilidad de personas mayores, y ofrecer y recibir ayuda para realizar gestiones del día a día, son algunos de los servicios más demandados en la App hasta el momento.
¿Cómo surge la idea de poner en marcha Red de Pueblo?
La idea no salió de un despacho, sino de un proceso participativo que hicimos en varios territorios. Nos sentamos con la gente de los pueblos, analizamos qué retos teníamos y empezamos a pensar juntos en qué alternativas podrían ayudar a mejorar la vida en la comunidad. De ahí surgió todo.
¿Quiénes estáis detrás de la pantalla que nos conecta con esta aplicación rural en Aragón?
En Aragón, la iniciativa cuenta con la colaboración del grupo de acción local ADRI Jiloca-Gallocanta, y detrás estamos Tararaina, que somos una cooperativa de iniciativa social que desde el principio vimos claro que muchas de esas necesidades que tiene las personas que viven en los pueblos tienen que ver con la movilidad, los recados, el acompañamiento y, en general, con recuperar esa ayuda mutua que siempre ha existido en las zonas rurales, la vecindad, y quisimos adaptarla a las tecnologías de hoy en día.
Se trata entonces de cubrir necesidades de siempre a través de respuestas del mundo actual ¿Cómo llegáis a dar ese paso?
Para ello nos unimos a la empresa tecnológica Hyliacom, con el objetivo de transformar esas ideas recogidas en los pueblos en algo práctico: una aplicación sencilla que refuerce lo que ya funciona en la vida rural y que conecte a las personas que quieren ayudar con quienes lo necesitan. Red de Pueblo no trata de inventar nada nuevo, sino de dar un “empujoncico digital” a lo que toda la vida se ha hecho en los pueblos.
¿Cómo funciona Red de Pueblo?
La prioridad es que sea una aplicación (App) muy sencilla, ya que va dirigida a toda la población, pero queremos que sea fácil e intuitiva para las personas más vulnerables que hagan uso de ella, como las personas mayores que es el sector al que va especialmente dirigida. Te descargas la aplicación, que está disponible para Android y IPhone, entras y puedes ofrecerte para hacer una ruta, un recado, un acompañamiento, o puedes solicitar que alguien te eche una mano con algo. También puedes ver lo que otros vecinos ofrecen. Todo está pensado para que sea intuitivo, sin complicaciones ni menús raros.
¿Qué tipo de servicios ofrece y cuáles son los más demandados?
La aplicación tiene en total 12 categorías que abarcan las necesidades de una vida rutinaria en cualquier pueblo. En principio cubre “las cosas del día a día”: Desplazamientos entre pueblos, ir a por medicamentos, hacer un recado al supermercado o al banco, compartir coche para ir al médico, acompañar a alguien a una gestión.
Y luego hay cosas muy curiosas también: gente que ofrece ayuda digital, personas que avisan de eventos del pueblo, y hasta quien se ofrece a pasear con alguien “que no quiere ir solo”.
¿Hay alguien detrás de la pantalla validando las solicitudes o los encargos que se hacen a través de la aplicación?
Sí, hay una parte de validación para asegurarnos de que todo es seguro y funciona con responsabilidad. Un equipo revisa que las propuestas tengan sentido y que no haya malos usos. Además, en muchos municipios se está formando una red de voluntariado para acompañar a quien lo necesite, sobre todo personas mayores, personas prioritarias para este proyecto.
Y ¿Cómo va acogiendo la gente esta nueva aplicación?
Al principio la gente la mira con prudencia, como todo lo nuevo, es normal. Pero cuando ven que un vecino la usa, o cuando reciben ayuda por primera vez, cambia la mirada. Empiezan a decir: “Ah, pues esto sí que sirve”. En algunos pueblos ya nos están proponiendo puntos de interés, rutas, y hasta ideas nuevas que ni habíamos pensado.
La aplicación está evolucionando gracias a la propia gente del territorio, que es como debería ser. Lo más importante es esto último, el uso de la aplicación, si la gente la usa tendrá éxito y estaremos consiguiendo los objetivos de mejorar la calidad de vida de las personas en las zonas rurales a través del fortalecimiento del tejido social, la vecindad y con ello frenar la velocidad en la que se están despoblando nuestros pueblos.
¿Cuánta gente puede llegar a emplearla?
En realidad, ¡tanta como quiera! Pero sí, es verdad que al principio todo va más despacio. Los primeros meses son de confianza, de que la gente la conozca, la pruebe y vea que funciona. En los pueblos las cosas crecen así: poco a poco, pero cuando arraigan… arraigan bien. La experiencia nos dice que, cuando se genera una masa mínima de personas activas, se empieza a mover sola. En este momento entre Android y IPhone estaremos cerca de las 800 descargas a nivel nacional.
En esta aventura, no solo participa Aragón. Red Pueblo se ha diseñado teniendo en cuenta las opiniones de las personas que habitan tres territorios rurales; la comarca del Jiloca, en Aragón, los alrededores de Nalda, en La Rioja, y la comarca de Ortegal, en Galicia. En estos tres territorios se ha desplegado la primera versión de la aplicación para, posteriormente, avanzar hacia su réplica en otros territorios rurales, adaptándose a su realidad.
El proyecto, sin ánimo de lucro, ha sido impulsado por la asociación Camaleo de desarrollo rural en el marco de un proyecto financiado por la convocatoria EDP Energía Solidaria de la Fundación EDP. El objetivo, dicen, es mejorar la vida de las zonas rurales e impulsar una transición energética justa e inclusiva.
En Aragón, la App ha obtenido un reconocimiento por el Centro de Innovación Territorial Teruel (CIT Teruel) siendo una de las iniciativas ganadoras de los 10 galardones que la entidad ha entregado en el año 2025.