El Gobierno del PP en Zaragoza resucita el 'kioskogate': “Esa terraza era mi vida. Aún no soy capaz de pasar por ahí”
El quiosco del parque Pignatelli sigue cerrado cuatro años después de que el Ayuntamiento se lo adjudicara a un empresario amigo del entonces alcalde, Jorge Azcón. Ahora, tras un nuevo favor del Gobierno municipal a la concesionaria, el último propietario habla con elDiario.es
Toño, en el nuevo bar que regenta en el barrio de San José, con el mismo nombre que la terraza que tenía en el parque Pignatelli Luis Faci
Han pasado ya cuatro años, pero Antonio –Toño– Cabrera aún no es “capaz de pasar” junto al quiosco: “Era mi vida”, lamenta. Tanto la terraza al principio del parque Pignatelli como la zona recreativa aledaña fueron durante cuatro décadas el sustento de dos familias, pero también mucho más que eso: se convirtieron el punto de encuentro de todo el barrio. En 2021, el Ayuntamiento decidió unificar e incluir ambas ubicaciones en la renovación de bares con terraza que impulsó la entonces consejera –ahora alcaldesa– Natalia Chueca, y que desembocaron en el conocido como 'kioskogate'. Toño y Jorge perdieron sus negocios, ya que tras un concurso público su lote se adjudicó a la firma Martipan, de Juan Forcén, un empresario muy próximo a Jorge Azcón que se llevó siete de los trece quioscos licitados.
Lo más sangrante es que las instalaciones continúan cerradas cuatro años después, pese a que los pliegos indicaban que las obras debían arrancar a los seis meses. Peor aún: pese a que el bar y el área recreativa iban unidos en el concurso, Forcén acaba de pedir licencia municipal para desarrollar únicamente la terraza. El equipo de gobierno del PP, con Natalia Chueca al frente, se lo ha concedido. El 'kioskogate' ha vuelto.
Tuve una sola reunión con Martipan y lo comprendí: te miraban como si fueras una hormiga. Ya habían ganado
Toño y su padre, provenientes de Cuba, empezaron a trabajar en el Parque Pignatelli a principios de los años ochenta. “Entonces era un quiosco de gominolas, helados y soldaditos de plástico”, recuerda ahora Toño desde su nuevo local, una terraza en el barrio de San José a la que le ha puesto el mismo nombre: Caribe Park. En 1987, el propietario decidió traspasarlo y padre e hijo lo adquirieron.
Aún es más antigua la zona infantil, que José Luis Pérez gestionó desde principios de los años setenta hasta su jubilación, con el fin de la concesión. Ahora, los dos pequeños circuitos de coches y minimotos, al igual que las antiguas colchonetas, acumulan polvo y cascotes.
Antigua zona de las colchonetas en el Parque Pignatelli. Luis Faci
Un proceso en conjunto, los sucesivos concursos de los quioscos, que desde el principio estuvo envuelto en polémica. Varias de las tramitaciones en lotes que acabó ganando Martipan despertaron las sospechas en la oposición municipal y en el propio Gobierno de Aragón, entonces con el socialista Javier Lambán al frente, pero también en el propio sector hostelero. Como resultado, propietarios de toda la vida de los quioscos perdieron sus negocios. En la actualidad, en el Parque Grande –donde Forcén se quedó con cinco de los seis establecimientos– resulta imposible tomar un aperitivo como antaño, y en su lugar han brotado franquicias de cadenas de restaurantes.
Toño ayudó a su padre hasta 2003, año en que se quedó el negocio y que reformó poco después, ante de la Expo de 2008. “La clientela era de toda la vida. Tengo gente que ha seguido viniendo aquí –en referencia al bar de San José– y de los que he visto a la madre embarazada”, recuerda. “Aún me produce mucho dolor. Me llegó a afectar mucho psicológicamente: tengo el banco al lado y no puedo ir, acude mi mujer. No soy capaz”, cuenta con ojos brillantes. La misma situación, añade, que afrontó José Luis, del que sintetiza: “Es que él conoció a todos los chicos del barrio. A los hijos y a los hijos de los hijos”.
Toño, en el nuevo bar que regenta en el barrio de San José, del que mantiene el nombre: Caribe Park.
En el caso de su lote, el número 8, que unificó la terraza y la zona recreativa del parque Pignatelli –hay que diferenciarlas del quiosco situado también en el parque pero más próximo al Canal–, tampoco se libró de la controversia y llegó a estar judicializado, pero los tribunales le dieron la razón a Martipan.
Las quejas de Antonio Cabrera y Jorge Pérez –el hijo del propietario–, que fueron unidos al concurso, respecto al procedimiento son múltiples.
Pese a que Martipan tenía mucha experiencia en el sector hostelero, no era así en la parte recreativa, lo que afectaba a la solvencia técnica de su propuesta. La empresa no la aportó y el Ayuntamiento no se la requirió, y tuvo que ser el juez el que lo hiciera. Pero bastaron unos pantallazos de Antena Aragón y un escrito del director financiero del Real Zaragoza –del que Forcén es uno de los consejeros– para que el tribunal lo aceptara. En cuanto a la solvencia económica, Martipan arrastraba en el estado de las cuentas que presentaron –referente al año 2019, previo a la pandemia– unas pérdidas de 375.000 euros.
Pero la parte más relevante era la subjetiva, con 40 puntos; hay que decir que, de los ocho lotes que salieron al mismo tiempo a concurso en diciembre de 2020, el único en el que se valoraban criterios discrecionales fue el del Parque Pignatelli de Toño y José Luis. Según acreditaron los recurrentes, al puntuar esos criterios subjetivos los técnicos municipales incluyeron que Martipan presentaba “ficha técnica del fabricante de los columpios con la pérgola y materiales a utilizar en la zona infantil, junto con fotografías”. Y, sin embargo, la vencedora no había recogido en su propuesta columpios para los niños, sino solo una carpa sobre esa zona.
La propuesta inicial de Mauricio Lanzaro, exjugador del Real Zaragoza, al quiosco del Parque Pignatelli.
A su vez, la Mesa de Contratación aceptó una oferta del exjugador del Real Zaragoza Mauricio Lanzaro escrita a mano en la que este reconocía no haber aportado documentación porque se había “enterado tarde”, como se adjunta sobre estas líneas. La mencionada oferta tuvo implicaciones en la resolución del concurso dado que la propuesta económica de Lanzaro influyó en la baremación final. El exfutbolista acabó siendo adjudicatario del quiosco del Parque Delicias como único ofertante.
“Lo que me fastidió fue que no hubiera las mismas oportunidades para todos”, apunta ahora Toño, que al hacer público cómo se encuentra solo busca “que no vuelva a pasar”. “Que no puedan hacer lo que les dé la gana”, zanja. Y por acudieron a la justicia, que no les dio la razón: “Tenía que recurrir. Era mi vida. Hubo gente que se echó atrás, pero yo no podía. De todos, los únicos que peleamos fuimos Jorge y yo. En alguna ocasión pensé que llegaría a ganar, pero no sabía a lo que me enfrentaba. Tuve una sola reunión con ellos –en referencia a Martipan– y lo comprendí: te miraban como si fueras una hormiga. Ya habían ganado”.
La última polémica
El aval de Martipan para desarrollar solo la terraza
La última polémica que ha afrontado el denominado 'kioskogate' ha tenido que ver precisamente con la instalación situada en el Parque Pignatelli junto a Ruiseñores. La adjudicataria, Martipan, ha pedido licencia para desarrollar solo la parte de la terraza y dejar a un lado la zona recreativa infantil, pese a que en el concurso iban unidas. Y el Ayuntamiento de Zaragoza se lo ha permitido.
La cuestión salió a relucir en la comisión municipal de Hacienda de la semana pasada. En ella, la portavoz de Zaragoza en Común, Elena Tomás, afeó al equipo de gobierno del PP hubiera concedido a la empresa de Juan Forcén una licencia 'mutilada' y aseguró que en su formación estarían “muy atentos”: “Me extraña que los pliegos sean tan claros y luego permitan esto”, advirtió.
La concejal de Contratación Pública y Bienes Municipales, Pilar Cortés, justificó la postura adoptada en que habían detectado en el pliego “una descompensación en las medidas de la zona recreativa”, cuestión por la que habían procedido a permitir “la apertura del establecimiento hostelero”. “Ahora se van a hacer los requerimientos para que proceda a la ejecución de la zona recreativa”, añadió, sin precisar cómo o con qué plazos.
La terraza del Parque Pignatelli objeto de polemica. Luis Faci