La preocupación ante los casos de fugas y desapariciones de menores tutelados por el Principado ha llevado a los responsables de los organismos implicados en la protección de los adolescentes a buscar las herramientas que les permita actuar “con mayor diligencia y seguridad” en la resolución de estas ausencias, en unos casos voluntarias y, en otras, involuntarias.
Las labores de coordinación se han traducido en la elaboración de un nuevo protocolo que se ha estado diseñando a lo largo de nueve meses.
La delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, ha presidido hoy, martes, en Oviedo la reunión sobre el nuevo protocolo de actuación en la que han estado representados todos los estamentos, organismos y entidades implicadas a través de sus máximos representantes: centros de menores, Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, Fiscalía de Menores y la Consejería de Servicios Sociales y Bienestar del Gobierno asturiano.
Nueve meses de trabajo
“El proceso de elaboración del protocolo ha sido arduo, pero al final ha dado fruto en una herramienta que optimiza la colaboración entre los diferentes actores involucrados”, ha señalado la delegada.
El perfil de la Delegación del Gobierno en Asturias en la red social X ha dejado constancia de la buena sintonía que ha marcado el desarrollo de esta reunión y donde se ha resaltado el esfuerzo conjunto para proteger a los menores “de manera más temprana y eficiente”. A continuación reproducimos el post.
Adriana Lastra ha explicado que el objetivo de este nuevo marco de actuación va encaminado a mejorar la asistencia a los menores desaparecidos, “independientemente de que se trate de desapariciones voluntarias, involuntarias o fugas de corta duración.”
Una respuesta más ágil
La delegada ha destacado que este protocolo permitirá ofrecer una respuesta mejor ante situaciones de fuga o desaparición, mejorando la coordinación entre los centros, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar.
Por su parte, la consejera Marta del Arco ha resaltado que el protocolo consta de una primera fase de prevención, una segunda de mejoras en coordinación con policías y guardias civiles y una tercera donde se incorpora un modelo único de denuncia por desaparición.
Las “bondades” del protocolo
En la fase preventiva, los centros recopilarán la información de contactos de los menores y adolescentes. Se recogerán datos tanto de sus contactos en redes sociales como de lugares que frecuentan y esta información será clave para los agentes, tanto de la Guardia Civil como de la Policía Nacional, cuando tengan que abordar la investigación ante un caso de desaparición de un menor de un centro de acogimiento residencial.
La segunda “bondad” del protocolo pasa por la coordinación directa de los responsables de los centros con la persona designada en la comisaría de Policía o el cuartel de la Guardia Civil entre otras vías a través de correos electrónicos y teléfonos concretos.
Un modelo único de denuncia
El nuevo protocolo incorpora un modelo único para la Policía y la Guardia Civil sobre la denuncia por desaparición de menores y reintegro al centro, de manera que “se agiliza mucho” la tramitación administrativa porque “facilita la interposición de la denuncia y la retirada de la misma”, ha señalado del Arco.
“Estamos de enhorabuena”, ha explicado la titular de Servicios Sociales en referencia al protocolo, ya que ahonda en la protección de los niños, niñas y adolescentes en acogimiento residencial con “historias de vida duras”, y mejora la coordinación entre todos los organismos implicados.