La balsa minera donde se buscan pistas de Mari Trini y su bebé en Asturias está enfangada y complica la labor de la UME

Pilar Campo

Oviedo/Uviéu —

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Los efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) y de la Policía Nacional ya se encuentran desplegados por el pueblo de Berbes, en el concejo asturiano de Ribadesella. A las ocho de la mañana de hoy, martes, se puso en marcha el operativo para comenzar a dragar la balsa de la antigua mina de espato-flúor en busca de alguna pista sobre el paradero de Mari Trinidad Suardíaz, de 23 años, y de su bebé Beatriz, de 13 meses, desaparecidas en 1987.

Esta es una de las líneas de investigación, ya que se quiere verificar los testimonios de varios vecinos que apuntan a que los restos de madre e hija podrían encontrarse en el interior de los dos vehículos que su marido y padre, Antonio da Silva “El Portugués”, arrojó desde un barranco hace 38 años, coincidiendo con su desaparición.

Una línea de investigación

No obstante, Rubén Llano, portavoz del Cuerpo Nacional de Policía, ha recordado que esta es una línea de investigación, pero no es la única y todas en su conjunto son analizadas.

Rubén Llano ha explicado que la situación “es compleja” y aún se tardará varias horas en poder acceder hasta el lugar donde se encuentran los vehículos.

Una balsa enfangada

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los miembros del operativo es el estado de la balsa, ya que se encuentra totalmente enfangada y los medios desplegados aún no han podido llegar hasta el fondo.

“Probablemente los trabajos no terminarán a lo largo de esta jornada y continúen también mañana. La situación es compleja e iremos adaptándonos a las circunstancias que nos vayamos encontrando”, asegura Rubén Llano.

Una denuncia por malos tratos

Drones, lanchas y tres autobombas están trabajando en la zona para tratar de sacar a la superficie los dos vehículos y comprobar si en su interior hay restos de las dos mujeres desaparecidas.

Detrás de esta desaparición podría encontrarse la denuncia que Mari Trini interpuso por malos tratos contra su marido en 1987, la misma fecha en la que su familia dejó de tener noticias suyas.

Búsqueda de pistas

Mari Trini y su bebé desaparecieron hace 38 años en Matadeón de los Oteros, en la provincia de León, y todas las inspecciones oculares que se llevaron a cabo en el interior de las dos viviendas donde residió la familia, en las comunidades autónomas asturiana y leonesa, han sido infructuosas hasta el momento.

En Berbes, una pequeña localidad del concejo asturiano de Ribadesella, también había fijado su domicilio el matrimonio, por lo que el Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, del que es titular la magistrada-jueza Ana López Pandiella, ha dictado un auto donde autoriza a la búsqueda de cualquier pista en la balsa minera de este pueblo.

Evitar el 'carpetazo'

Entre tanto, Antonio da Silva, de 81 años, permanece impasible en una residencia de mayores sin inmutarse ante las numerosas peticiones de colaboración realizadas por los investigadores para tratar de ayudar a localizarlas, a pesar de que ya le han comunicado que dado el tiempo transcurrido la causa estaría prescrita.

La Unidad Militar de Emergencias (UME) con drones subacuáticos y el Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) del Cuerpo Nacional de Policía han comenzado hoy estos trabajos para tratar de recuperar del fondo de la balsa de la explotación minera algún indicio que permita esclarecer, casi cuatro décadas después, dónde están Mari Trini y Beatriz para que el caso no se incorporea a los archivos como una causa sin resolver.