El día que el Milán de Papin visitó Tenerife

Imagen del Tenerife-Milán jugado en el Heliodoro el 14 de diciembre de 1992.

ACAN

Santa Cruz de Tenerife —

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Amistoso internacional. Esas dos palabras fueron sinónimo, durante años, de entrada de gala en el Stadium primero y luego en el Heliodoro Rodríguez López. Con el ascenso del CD Tenerife a las categorías nacionales y más tarde a la Primera División, los partidos sin puntos en disputa, que no tuvieran carácter oficial, perdieron importancia. El Tenerife-Milán jugado el 15 de diciembre de 1992 tal vez sea la última excepción. En primer lugar, porque el conjunto local, ya bajo la dirección técnica de Jorge Valdano, aún no había disfrutado de su primera experiencia UEFA y el aficionado tenía ganas de verlo ante adversarios extranjeros. Y en segundo término, porque el rival era considerado como el mejor equipo del mundo tras conquistar en 1989 y 1990 la Copa de Europa.

Además, aunque amistoso, no se trataba de un choque de pretemporada. El Milán no trajo a sus figuras holandesas (Gullit, Van Basten y Rijkaard), pero sí a media docena de internacionales: Rossi, De Napoli, Tassotti, Boban, Serena, Savicevic, Papin… Y el Tenerife no se guardó nada: Ochotorena; Julio Llorente (Torrecilla, 60’), Toni, Del Solar, Berges; Chano (Antonio Mata, 65’), Redondo, Quique Estebaranz, Felipe (Alexis Trujillo, 60’); Pizzi (Castillo, 60’) y Dertycia. Al final, unos 20.000 aficionados desafiaron a la lluvia y a la transmisión televisiva y casi llenaron el Heliodoro. Y disfrutaron con una de las mejores exhibiciones firmadas por los blanquiazules, que en el campeonato doméstico atravesaban una racha de victorias que les llevaría a la cuarta plaza.

Entre los mejores estuvo Fernando Redondo. Y guiado por el argentino, el Tenerife pudo golear. Dertycia (20’), Dertycia (22’), Chano (31’), Pizzi (53’), Chano (60’), Dertycia (64’) y Quique Estebaranz (75’) desperdiciaron claras oportunidades para abrir el marcador. La última opción, nacida de un sublime taconazo de Dertycia, puso en pie al Heliodoro. Pero el Tenerife fue incapaz de marcar ante un Milán que acumulaba 48 encuentros sin perder en la liga italiana, que en la Copa de Italia se mostraba intratable y que ese curso, en la Liga de Campeones, sumaba seis victorias en seis partidos, con 18 goles a favor y sólo uno en contra, marcado por Romario (PSV Eindhoven). Y que en los amistosos también estaba invicto tras ganar (0-1) al Superdépor en Riazor.

A falta de cinco minutos, una incursión de Savicevic por la derecha la cerró Jean Pierre Papin con un cabezazo soberbio. El CD Tenerife vio como su fútbol se quedaba sin premio, aunque en la liga española aún sumó cuatro victorias seguidas más y al acabar el campeonato logró plaza UEFA. Y se ganó el derecho a que la Juventus de Turín visitara un año después en Heliodoro. En partido oficial.

(*) Capítulo del libro ‘El CD Tenerife en 366 historias. Relatos de un siglo’, del que son autores los periodistas Juan Galarza y Luis Padilla, publicado por AyB Editorial.

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