Un cuarto de siglo del partido redondo de Pizzi con el CD Tenerife

Pizzi celebrando un gol con la antigua grada de Herradura de fondo.

ACAN

Santa Cruz de Tenerife —

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Juan Antonio Pizzi Torroja (Argentina, 1968) siempre hizo goles en el Tenerife. A todos los rivales y todas las temporadas. Y todo ello, en Primera División. Casi ningún adversario se quedó sin 'regalo' y en ningún ejercicio como blanquiazul bajó de las quince dianas, cifra muy notable en la época y que le permitió estar entre los siete primeros clasificados del 'pichichi' en sus cuatro campañas como blanquiazul. Eso sí, nunca tuvo tanto acierto como en aquel curso 95/96, en el que estuvo a las órdenes de Jupp Heynckes. Y no hubo rival que se le diera mejor que el Sevilla, al que en cuatro ejercicios le hizo nueve tantos.

Así que el 21 de enero de 1996 Pizzi estaba llamado a tener protagonismo, pues el Tenerife de Heynckes recibía al Sevilla. Y lo tuvo: marcó cuatro goles. Aquel Tenerife iniciaba ese día la segunda vuelta de la Liga 95-96 desde la novena plaza, después de un irregular inicio de campeonato, que incluyó sonoras derrotas ante el Espanyol (1-4) y el Albacete (1-3) en un Heliodoro en el que el conjunto blanquiazul sólo logró una victoria en sus siete primeras apariciones ligueras. Eso sí, Pizzi sumaba ya trece goles en esa primera vuelta y era tercero en la clasificación de máximos goleadores por detrás de Bebeto (Deportivo) y Mijatovic (Valencia).

El choque ante el Sevilla podría determinar si el Tenerife se postulaba como candidato a la Copa de la UEFA o se debía conformar con no pasar apuros para mantener la categoría. Aquel domingo, ante apenas 16.000 espectadores, el Tenerife formó con: Ojeda; Llorente, Antonio Mata, Ramis (Vivar Dorado, 82’), Alexis Suárez; Aguilera, Jokanovic (Ballesteros, 60’), Felipe, Robaina; Juanele (Conte, 55’) y Pizzi. En un capítulo más de sus célebres rotaciones, Heynckes había dado descanso a César Gómez, Chano, Hapal o Pinilla. Pero la profundidad de una plantilla con 16 titulares alimentaba el optimismo del Heliodoro.

A los diez minutos ya ganaban los locales, después de que Pizzi transformara un penalti por manos de Prieto. Y cuatro minutos después, el nueve blanquiazul aprovechaba un servicio de Aguilera para lograr el dos-cero. En el inicio de la segunda parte, Pizzi y el Tenerife salieron favorecidos de un intercambio de penaltis. El Sevilla falló el suyo y, dos minutos después, Juan Antonio convirtió en el 3-0 un derribo a Felipe. Pizzi lograba así su tercer 'hat trick' como blanquiazul tras los convertidos en cursos anteriores contra Athletic y Valladolid. Pero no se conformaría con el triplete y, a cinco minutos del final, con el adversario volcado, recibió un 'caramelo'.

Para Pizzi, un 'caramelo' era un balón al espacio y profundo a la espalda de Diego y Juanito, los dos tinerfeños que formaban la pareja de centrales del Sevilla. La resolución la tenía patentada: regate largo sobre la salida del portero rival y pase a la red. La victoria final (4-2) colocó al Tenerife en la sexta plaza y a Pizzi como 'pichichi'. Al acabar el curso, el equipo fue quinto y se clasificó para la Copa de la UEFA. Y el delantero, con 31 goles, fue el máximo goleador de las grandes ligas europeas junto al inglés Alan Shearer... aunque la 'bota de oro' se la llevó Endeladze, con 40 goles en la liga de Georgia, lo que obligó a cambiar las normas.

(*) Capítulo del libro “El CD Tenerife en 366 historias” de los periodistas Luis Padilla y Juan Galarza

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