España quiere luchar por el primer puesto con buen fútbol
España y Croacia, selecciones con buen paladar en su gusto futbolístico, protagonizarán en Burdeos un pulso por la primera plaza del Grupo D, para el que el técnico español, Vicente del Bosque, medita retoques en determinadas posiciones.
Con la clasificación a octavos de final firmada por España, una indeseada derrota ocho años después pondría la amenaza de Italia en el horizonte.
España vuelve a enamorar en Francia. La Eurocopa de Andrés Iniesta. El reencuentro con el fútbol de altos quilates que condujo a la Roja a la gloria. Todos son piropos alrededor de un grupo de jugadores que se han unido como en 2008, fecha que dio inicio a la época dorada del fútbol español, y han creado un ambiente que es clave del éxito. Pero el halago debilita y las voces de precaución aparecen para frenar la euforia. “Aún no hemos ganado nada”, advierte Del Bosque, con mil batallas a sus espaldas.
El estreno con buen fútbol pero corto resultado ante la República Checa (1-0) dio paso a una exhibición de la Roja ante Turquía (3-0). Ese nivel de juego no se le recordaba a los hombres de Del Bosque desde la final de la Eurocopa 2012 y el baño a Italia en Kiev. Los grandes jugadores se crecen en las grandes citas. España fulminó cualquier debate que se pudiese crear. Hasta la falta de gol en fases finales y las dudas sobre el juego del 9. Doblete de Álvaro Morata y magia de Nolito. Fernando Torres y David Villa ya tienen herederos.
Con el pase a octavos sellado, cobra más importancia de la que al inicio se pensaba quedar primero de grupo. Italia ya lo es matemáticamente del suyo, podrá rotar en la tercera jornada y llegar como un tiro a octavos. Su defensa en inexpugnable. Es el cruce que le espera al segundo. A España si pierde o a Croacia si no gana. Ambas selecciones quieren evitarlo. Esto empuja a Del Bosque a hacer retoques, pero no rotaciones masivas.
Le gustaría al seleccionador español poder hacer lo de Luis Aragonés en 2008 ante Grecia en el tercer partido del grupo. Jugaron todos los suplentes. Cada jugador se hizo partícipe del éxito. La gran diferencia es que aquel día estaba sellada no solo la clasificación, sino también el liderato. Por eso Del Bosque medita bien cada cambio tras repetir por primera vez un equipo titular en una fase final.
En Burdeos se debate entre el homenaje a Iker Casillas o la continuidad de un firme David De Gea. Sería reabrir un debate por permitir al capitán, con comportamiento ejemplar en su cambio de rol, hacer historia al convertirse en el primero en jugar cinco Eurocopas consecutivas. En principio seguirá De Gea, pero hay espacio para el reconocimiento a la leyenda Casillas.
En defensa la cartulina amarilla recibida por Sergio Ramos ante Turquía puede invitar al cambio. Marc Bartra y San José optan a sus primeros minutos en el torneo. Las figuras de los laterales, Juanfran Torres y Jordi Alba, se han convertido en imprescindibles ante rivales encerrados en su terreno. Sus exhibiciones físicas no hacen sospechar el cambio.
Con Sergio Busquets como figura imprescindible y Andrés Iniesta al mando, el retoque en el centro del campo puede llegar en el descanso a Cesc Fábregas. Entre Koke Resurrección y Thiago Alcántara el primero toma ventaja. Y en el tridente ofensivo podría llegar el respiro para Silva o Nolito pero lo que parece segura es la entrada de Aritz Aduriz en punta.
Por su parte, Croacia no se cierra a luchar por el liderato del grupo para conseguir un cruce más sencillo en los octavos de final. Aunque todavía no está clasificada matemáticamente, el objetivo de los hombres de Ante Cacic no es sumar el punto con el que estaría en la siguiente ronda, sino ganar y quedar en la primera posición.
Realmente, solo una carambola echaría al conjunto balcánico de la Eurocopa. En su grupo tiene asegurado el tercer puesto con cuatro puntos y muy mal se le tendrían que dar las cosas para no ser uno de los mejores terceros que logren un billete hacia octavos. Por si acaso, Cacic no especulará con el resultado y saldrá a por todas.
Sin embargo, el técnico croata no pudo centrarse como hubiese querido en preparar el partido con tranquilidad. Sólo en el estreno victorioso ante Turquía, la preparación previa al choque estuvo exenta de sobresaltos. Después, frente a la República Checa, la muerte del padre de Darijo Srna protagonizó las portadas y, ahora, casi tampoco se ha hablado de fútbol por culpa de los hinchas violentos.
Un sector de los aficionados croatas que consiguió parar el partido ante los checos tras lanzar bengalas, petardos y encararse con la policía, logró dinamitar la actualidad futbolística de un duelo muy importante para Croacia.
Esta actualidad no es otra que la más que probable baja de Luka Modric, que sufrió un desgarro en un aductor frente a la República Checa y casi no se ha entrenado estos días. Su posible sustituto, Mateo Kovacic, tendrá una oportunidad para reivindicarse después de una temporada casi inédito en el Real Madrid.
Cacic también podría optar por retrasar a Marcelo Brozovic de posición, pero todo parece indicar que Kovacic será el elegido para reemplazar a la estrella croata. Pero Modric no es la única duda, también Mario Mandzukic, que sufrió un golpe contra los checos del que no se ha recuperado totalmente. Además, el defensa central Vedran Corluka podría descansar para que la brecha de su cabeza se cierre por completo y estar al cien por cien físicamente en los octavos de final. Cacic también podría tener en cuenta que tiene cuatro apercibidos: Domadog Vida, Ivan Strinic, Milan Badelj y Brozovic. Es posible que alguno se caiga del once, aunque, pese a todos esos problemas, el técnico balcánico alineará el once más convincente posible. Quiere acabar primero.