Francia inaugura su Eurocopa ante Rumanía
Francia inaugura su Eurocopa este viernes a partir de las 19:30 (hora canaria) con la ceremonia de apertura, donde David Guetta acompañado por la sueca Zara Larsson interpretarán la canción oficial de la competición continental con el espectáculo asegurado.
A las 20:00 (hora canaria) el balón rodará sobre el césped del Stade de France en el primer encuentro del Grupo A, que enfrentará a la anfitriona contra Rumanía.
Los recientes atentados en París y Bruselas han creado un ambiente de inseguridad que parece nublar la alegría que se le supone a este tipo de eventos y que llegará si la selección local mantiene altas sus expectativas.
Francia se pone en manos de Anotine Griezmann, que puede salir de esta Eurocopa como un héroe nacional o como un villano; sin olvidar que Olivier Giroud es el '9' habitual y el hombre más apropiado para apretar el gatillo, tras las trabas que Deschamps ha vivido por el camino, como Karim Benzema, apartado por su presunta implicación en un caso de chantaje con un vídeo sexual a Mathieu Valbuena.
Pero sin duda la zaga ha sido la más afectada, sin los dos centrales titulares para el seleccionador francés, que ha tenido que improvisar para afrontar la competición que lleva preparando con celo durante 24 meses.
Raphael Varane y Mamadou Sakho, lesionado el primero, dudoso de dopaje el segundo, no estarán en la Eurocopa y su puesto será ocupado por Laurent Koscielny y Adil Rami, poco acostumbrados a jugar juntos en el eje de la defensa.
En el centro del campo a última hora se marchó por lesión Lass Diarra, llamado a ser el pilar de esa línea, y el inexperto N'Golo Kanté, que solo cuenta con 4 partidos internacionales, ha emergido como una pieza clave del dispositivo.
Junto a ellos otra sorpresa, Dimitri Payet, cuyo buen rendimiento con el West Ham y con la selección en las últimas semanas le han propulsado a un tridente casi inédito con el que Francia tratará de compensar las carencias defensivas.
Paradójicamente, esa Francia con pies de barro debuta ante un equipo que se ha ganado la reputación de ser un muro defensivo, el menos goleado de la fase de clasificación, pero carente de grandes estrellas.
Agazapados tratarán de sorprender a una Francia que ellos conocen perfectamente, como se ha encargado de demostrar el seleccionador adjunto, Viorel Moldovan.
Lejos quedan los tiempos de los Lacatus, los Hagi, los Popescu, los Chivu, el último que ha colgado las botas, o del propio Anghel Iordanescu, que ahora es el entrenador de un equipo sin nombres de relevancia.
A parte de Ciprian Tutarusanu, portero de la Fiorentina, y de Vlad Chiriches, defensa no titular en el Nápoles, pocos nombres destacan en la formación rumana.
Por eso, el colectivo y la fuerza defensiva son sus señas de identidad, aunque, como advierte Moldovan, “contra Francia no vale solo con defender, habrá que ser muy agresivos y obligarles a ellos a retrasarse lo más posible”.
Sin grandes ambiciones, Rumanía cuenta con un buen resultado para tener opciones de clasificación en un grupo accesible.