El Instituto Canario de Igualdad insta a la Fiscalía a intervenir ante la amenaza de violación recibida por una árbitra en Fuerteventura
El Instituto Canario de Igualdad (ICI) ha enviado diversos escritos, tanto a la Fiscalía de la Comunidad Autónoma de Canarias, como a la Dirección General de Deportes del Gobierno de Canarias, la Federación Canaria de Fútbol y los responsables de la Unión Deportiva Jandía, con el objeto de que se adopten las medidas oportunas, tras tener conocimiento de las amenazas que un hombre profirió contra una árbitra, en un partido de fútbol celebrado el pasado fin de semana en Fuerteventura, indica el propio ICI en la página web del Gobierno.
Por otra parte, el presidente autonómica Ángel Víctor Torres, emitía un tuit esta misma mañana: “Lamentable, repudiable y vergonzoso que en un partido de fútbol un aficionado amenace a una jueza de línea, menor, con violarla. Inaceptable. Que se investigue y que el correctivo sea ejemplar. No más violencia en el deporte. No más violencia machista”.
La directora del ICI, Kika Fumero, asegura que “si no actuamos con firmeza y se toman las medidas que corresponden, estamos legitimando unos comportamientos machistas contra las mujeres en el deporte que son delictivos y desafortunadamente, mucho más frecuentes de lo que transciende a los medios de comunicación”.
“Es importante la condena institucional -prosigue la directora- pero también es vital actuar en el ámbito judicial y por supuesto, desde todas las instancias deportivas con responsabilidad en este tipo de eventos, para que se tomen las medidas oportunas contra hombres que adoptan comportamientos que constituyen una manifestación grave de la violencia de género a la que estamos expuestas todas las mujeres y niñas, y que una sociedad democrática no se puede permitir en tanto afecta a los derechos humanos esenciales de la mujeres”.
Como se reconoce en estos escritos remitidos por el ICI son hechos y actitudes que “pueden ser constitutivos de delito del artículo 169 del Código Penal, de amenazas, pero además de conducta sexista hacia una mujer por el hecho de serlo, que no tienen cabida en el marco de las normas de convivencia y más aún tras la aprobación de la Ley orgánica 3/2007, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres así como la Ley 1/2010 canaria de Igualdad entre mujeres y hombres”.