Richard Díaz: “Estamos muy ilusionados con el crecimiento del tenis de mesa en Fuerteventura”
Richard Díaz Gómez, natural de Arafo, de 43 años, jugador, entrenador, árbitro de tenis de mesa y presidente del CTM Tabor-Añavingo, es además de todo eso director técnico de la Federación Canaria de Tenis de Mesa y miembro de la junta directiva del ente autonómico. Una persona con muchas cosas que decir sobre el deporte al que ama. Entre los mensajes que nos deja en esta entrevista entresacamos la satisfacción que siente por el crecimiento del tenis de mesa en Fuerteventura, algo visto en muy poco tiempo.
¿Quién es Richard Díaz Gómez?
“Un arafero al que le gusta pensar que es una persona de bien, amigo de sus amigos, amante de su familia, que no escatima unas risas saludables y al que le encanta el tenis de mesa”.
¿Por qué el tenis de mesa?
“Es un deporte que me ha atraído desde siempre y desde que tuve la primera oportunidad comencé a practicar. Es la rapidez del juego, la concentración que te lleva a olvidarte de todo lo que te rodea, la sensación de jugar en el filo de la navaja cuando rozas la bola, la agudeza visual que te lleva a percibir la rotación de la bola, el sonido seco, apagado y mágico al hacer un ‘topspin‘ y el parecer que contradices las leyes de la física cuando imprimes los efectos y las rotaciones”.
Bueno eso nos pasa por preguntar a un deportista porque le gusta su deporte. ¿Qué es un director técnico?
“De las muchas tareas que tiene que acometer una federación, una de ellas es el seguimiento de la gente que comienza, de su cantera. Existe un proceso que conocemos con el término de ”tecnificación“, que básicamente de lo que trata es de intentar mejorar el nivel técnico, táctico y competitivo de las futuras promesas del deporte. Pues bien, el director técnico es el que se encarga de supervisar ese proceso, aunque si estás en una federación con pocos recursos económicos como es la nuestra, haces muy poco de supervisión y mucho de ejecución”.
Aparte de director técnico también es miembro de la junta directiva de la Federación Canaria. ¿Nos podría describir cómo es su interacción en la misma?
“En cierta medida me considero un verso libre. Es verdad que una vez que tomamos una decisión de manera democrática, vamos todos a una con ella, pero mientras tanto suelo mantener una postura de ”abogado del diablo“, esa expresión de ”vale, pero ¿y si….?“ suele ser muy común en mí. Creo que estoy muy integrado en el equipo y aunque piense que el presidente es un ”pequeño dictador“ en potencia, se suele conducir de una manera muy democrática y transparente, al menos hasta ahora. Solemos hacer reuniones muy a menudo, donde todos podemos hablar sin censura y abiertamente, pero de una manera ordenada, lo que nos lleva a ser muy productivos. En general creo que esos son los rasgos fundamentales que definen el ambiente que hay y que para mí es suficientemente motivante para sentirme muy cómodo en su seno”.
¿No existe conflictos de intereses al ser director técnico y a la vez presidente de un club?
“Un deporte minoritario como el nuestro obliga a que los que le dedicamos tiempo a la parte de gestión, simultaneemos puestos de responsabilidad. Claro que existen conflictos de intereses, pero en este caso en sentido contrario al que apunta la pregunta. Los miembros de mi club saben que, si existe un posible conflicto entre alguno de ellos y otro deportista por mi decisión como director técnico, siempre va a salir mal parado el miembro de mi club, porque recurriendo a un dicho, para nada políticamente correcto: la mujer del Cesar no solo tiene que ser honrada, sino que parecerlo”.
¿Cuál es ahora mismo el foco más caliente de su tarea?
“Ahora mismo, tanto el presidente como yo, estamos muy ilusionados con el crecimiento del tenis de mesa en Fuerteventura. Hasta hace poco más de un año, no teníamos absolutamente ningún practicante federado en esa isla. Quizá había sitios donde se jugaba en plan pasatiempo, pero no había ninguna relación con la Federación. A raíz de una petición que lanza un señor de esa isla, recogimos el guante y apostamos fuerte, dotándoles de recursos materiales y apoyo personal, lo que nos ha llevado a que en la actualidad tengamos una treintena de federados y dos clubes muy activos”.
¿Algo que añadir?
“Desearles a todos un feliz año, que la pandemia desaparezca de nuestras vidas lo antes posible y que cuando la normalidad se instaure, lo antes posible también, se acerquen a las mesas a disfrutar del ping pong, porque si les gusta ya aprenderán a jugar al tenis de mesa, pues hay diferencia entre una cosa y otra. Esas diferencias ya las comentaremos en otra ocasión”.
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