El Tenerife regala el empate al Deportivo en el minuto 92

Aitor Sanz y Gaku disputan el balón

José Miguel Galarza

Santa Cruz de Tenerife —

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El CD Tenerife llegó al campamento base de los 50 puntos con un empate sangrante ante el Deportivo que en el balance del partido no mereció. El grupo de Baraja perdió pronto por lesión a Dani Gómez (22’), se vio superado en la segunda mitad, se encontró con el 1-0 de penalti (Milla, 82’) y cometió en el 92 un doble fallo de sus laterales que habilitó un remate inapelable de Aketxe para colocar el 1-1.

El resultado deja mal cuerpo porque la cita de este martes tenía pinta de ser la única reservada con destino a la promoción de ascenso. El Tenerife tiene un póquer de ases para la permanencia virtual —lo más importante después de otro curso de apuestas fallidas en el banquillo—, pero le sobraron medio minuto y dos errores inhabituales, e inesperados, de Luis Pérez y Álex Muñoz para asegurar una victoria que no había merecido y solo comenzó a ser posible con el penalti acertado por Milla.

Hasta el minuto 82 del 1-0, y antes del 92 fatal, los blanquiazules pusieron, sin la chispa de la semana pasada, más empeño que acierto frente a un rival más dotado, casi con dos jugadores por puesto. Aun de la mano salvadora de Fernando Vázquez, cuesta entender cómo este Deportivo anda todavía peleado con la permanencia. Cuando se propuso hoy atacar las debilidades del Tenerife, tuvo media parte para apuntillar a un rival al que Ortolá salvó de un mal mayor.

El Tenerife solo jugó al Depor de cara en el cuarto de hora de un arranque en el que se intercambiaron golpes. Avisaron primero los locales con una estrategia similar al 1-0 sobre el Mirandés: apareció de Aitor Sanz y puso a prueba a Dani Giménez (2’), luego avisó David Simón con un esprint en el que le pudo a Bermejo y Muñoz para tirar a la red de Ortolá (3’) y volvió a percutir el Depor con Mollejo (9’) y Agbo (11’). Con todo, Dani Gómez tuvo la mejor tras un pase filtrado por Aitor (12’) que enganchó en semifallo el delantero madrileño.

Pero llegó el minuto 17 y se cayeron las expectativas del Tenerife y el partido mismo. Chocó Dani Gómez con Bóveda, se lastimó en la cadera y en cinco minutos ya estaba fuera. Podía esperarse que si el Tenerife quería jugar a lo mismo, entrara Jorge, pero el chico se conformó con calentar. El relevo del goleador blanquiazul fue Mierez y Mierez fue otra vez Mierez. En el rol de la vaciedad le acompañaría después Nahuel.

Superado el entretiempo, el Deportivo quiso jugar a lo que se espera de su calidad y el Tenerife se topó con una avalancha de llegadas al área inédita en su historia reciente. En tres minutos (del 49 al 52), avisaron Gaku con un tiro envenenado, Mollejo de cabeza y Sabin Merino con una espuela también eléctrica. Y siempre respondió Ortolá para compensar la caída de un equipo que ya corría detrás del balón.

El primer relevo de Vázquez coincidió con el primer movimiento de Baraja. Aketxe el uno, Nahuel el otro. No hay más palabras. Podía pensarse que un tal Elliot tuviera otra oportunidad desde aquel ya lejano enero, podía parecer que la cosa pintaba para que Javi Muñoz apareciera para habilitar a Joselu con una genialidad. Pudo ser, pero no fue.

La rueda de Vázquez siguió girando y se personaron Emre Çolak y Christian Santos para confirmar que el Deportivo quería ganar, mientras el Tenerife —sin nada, ni nadie, distinto— contrapesara la cosa. Tuvo entonces Santos la mejor del partido (74’) tras asociarse el turco con Bóveda y salvó bajo palos, rapidísimo, Ortolá. Y surgió entonces un gol de la nada. La colgó al área Álex Muñoz y se colgó sobre Joselu—sobrado y torpe— Mujaid para cometer penalti. Un minuto después, acudió Milla a romper el guion: 1-0 y a las barricadas.

En otra tarde y ante otro rival, este Tenerife habría defendido el resultado sufriendo, pero siendo efectivo. Hoy, la justicia a la que tanto se recurre en el fútbol para explicar un resultado se aplicó con equidad. Midió sobrado Luis Pérez un balón llovido por Bóveda desde la banda contraria para permitir que Salva Ruiz se orientara y la pusiera al área, donde despejó chafado Álex Muñoz y concedió un remate, imparable, de Aketxe. Pudo ser victoria local y no fue. Gracias por tan poco, lástima por tanto.

(1) CD TENERIFE: Ortolá; Luis Pérez, Šipčić, Lluis López, Álex Muñoz; Moore, Aitor Sanz, Milla, Álex Bermejo (Nahuel, 58’); Joselu (Undabarrena, 84’) y Dani Gómez (Mierez, 22’).

(1) RC DEPORTIVO: Dani Giménez; David Simón, Bóveda, Bergantiños, Mujaid, Salva Ruiz; Hugo Vallejo (Aketxe, 59’), Uche Agbo (Borja Valle, 25’), Gaku, Mollejo (Emre Çolak, 70’); y Sabin Merino (Christian Santos, 70’).

ÁRBITRO: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité Madrileño). Amonestó a los locales Aitor Sanz (55’), Lluis López (63’); y a los visitantes Beauvue (banquillo, 63’) y Mujaid (81’). Expulsó al entrenador del Deportivo, Fernando Vázquez (84’), por protestar.

GOLES: 1-0 (82’) Milla, de penalti. 1-1 (92’) Aketxe.

INCIDENCIAS: Partido de la 37ª jornada de Liga, quinto desde la suspensión de la Liga por la COVID-19, jugado a puerta cerrada en el estadio Heliodoro Rodríguez López.

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